Lamaña en Mibar: con la fuerza de la tierra (Septiembre 2015)

Escrito por: Equipo SO

lamaña Poco después de haberse registrado un terremoto en la cuarta región de nuestro país, Lamaña se preparaba para realizar un concierto en el local Mibar del Barrio Italia. Este movimiento de la tierra sería la antesala de un show plagado de canciones con sonoridades y ritmos latinoamericanos mezclados de manera muy fluida con el rock.

De manera coincidente se pudo sentir desde el comienzo del concierto que la misma fuerza de la naturaleza, que había remecido a nuestro territorio, se expresaba en sus letras y melodías. La apertura estuvo a cargo de la canción ‘madrecita’, un huayno que nos transporta directamente a un paraje andino. Desde esta primera interpretación podemos constatar una de las características principales de esta agrupación: la capacidad de generar atmósferas que nos remitan a algún paisaje latinoamericano.

Si existiera un concepto para describir la totalidad del show este sería: el viaje. Lamaña a través de sus canciones nos va guiando en un camino hacia la raíz de la música de nuestro continente. En esta búsqueda la banda ocupa todos los recursos que tiene a mano. La agrupación no huye de la complejidad. Cada canción contiene al menos una sección donde un instrumento es protagónico, así podemos apreciar la calidad de sus seis integrantes. En conjunto demuestran tener un fiato excelente donde se destacan por ejemplo las complejas armonías vocales de hasta cuatro voces y numerosos arreglos rítmicos.

El recorrido también nos llevó a lugares sombríos donde destaca la canción instrumental ‘la búsqueda’. En ella se desarrolla un trance que da la impresión de estar en un rito antiguo donde exploramos nuestra profundidad interna. Acorde a este fin se despliega una textura psicodélica aportada por la guitarra eléctrica de Vladimir Gröppas (Mandrácula). Sin embargo, la banda también proyecta lugares muy iluminados donde la poesía complementa las geniales composiciones musicales. Esta es otorgada por Hugo Silva, voz principal de la agrupación. Su timbre cálido y sus letras se destacan en las canciones ‘corazón blanco’ y también en ‘lejanía’. Estas dos dimensiones demuestran la versatilidad musical que han desarrollado como banda desde que comenzaron en el año 2009.

La banda tiene la capacidad de generar ambientes muy íntimos y, por contraparte, otros llenos de energía. En casi una hora y 20 de concierto Lamaña logró conectar de manera plena con el público dejando muy claro su mensaje musical y sonoro. Sin duda, es una banda que merece ser escuchada en directo, a pesar de cualquier movimiento telúrico, con mucha atención para percibir los detalles presentes en cada canción.

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