Personaje + Kuervos del sur: Folklor ruidoso
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Personaje + Kuervos del sur: Folklor ruidoso

Personaje + Kuervos del sur: Folklor ruidoso

martes 25 de septiembre, 2012

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Escrito por: Jorge Rubio

A veces el destino te hace tropezar con instancias reivindicadoras en donde uno puede corregir impresiones, desarrollar la tolerancia, opacar creencias erróneas y saldar deudas con tus oídos. Es en esos pequeños trozos de tiempo donde uno cae en el asombro y te retiras con una sonrisa de complacencia, agradecido de haber pasado una noche agradable, escuchando buena música chilena. “La vida te da sorpresas, sorpresas te da vida, ay Dios!”, esta frase melódica podría graficar lo que nos pasó la noche del sábado, cuando en la Sala SCD Bellavista se plasmaron y se mezclaron dos vertientes musicales que van de la mano, caminando por la senda del folk, pero sin dejar de lado la escandalosa guitarra eléctrica.

A las 21 horas en punto da el puntapié inicial “Personaje”, quienes se lucieron con un excelente repertorio lleno de espacios sicodélicos, pegados, con tintes de volátiles instintos. Una presentación impecable, quizá excesivamente ruidosa, lo que provocaba que algunos detalles importantes de la ejecución e interpretación de los muchachos se perdieran y no pudiesen apreciar en su totalidad. Pero eso no importó mucho para los que estaban presentes en aquel espacio musical, pues la fuerza entregada en el escenario valía la pena como para comprender que lo de ellos es la mezcla folclórica con el pop, más que el pop directamente. Puntos altos de la noche: “Patrañas por aquí, Patrañas por acá”, “Tos y sangre”, “Paruwey” y la versión de la “Pequeña Muerte” de Quelentaro, donde la lucidez de su vocalista nos enrostró el olvido a estos grandes folcloristas campesinos y su legado. Sin lugar a dudas, esos guiños a la copla campesina, a la poesía huasa que encanta, dándole el toque de originalidad necesario como para hacer de “Personaje” una banda para no olvidar.

Luego, la cosa se puso sombría y húmeda, como esa densidad inquieta que existe en los bosques de nuestro sur o el vuelo del cóndor que planea sobre el cadáver de algún bovino muerto. Kuervos del Sur sí que saben cómo trasladarte a ese tipo de trayecto oscuro en que la muerte se hace dueña del campo y todo lo que nos rodea se vuelve gris. Con una puesta en escena llena de fuerza, los Kuervos, dejaron todo interpretando por alrededor de 50 minutos una delicada selección de canciones que nos transportaron a diversos parajes de Chile. Un rock sincero, de cambios directos, sutileza ruidosa de los arreglos musicales, en que destaca el uso de un charango eléctrico, el canto denso de Jaime Sepúlveda y una batería que recuerda el golpe de Gabriel Parra en su mejor momento. Interesante propuesta al mostrarnos los estrenos de “Caracol” y “Mal Agüero” o el clímax que se logra intensificar con “El Indio” o “Vendaval” es algo único y que justifica la alta presencia de seguidores que coreaban todos los hits de la banda.

Señalar que la noche fue sorprendente no es una somera forma de expresarse, sino la clara intentona de graficar en palabras lo que el mismo público presente sentía: una extraña mezcla de melancolía rabiosa, esa misma que siempre te acompaña cuando intentas iniciar tu día y sólo una canción potente puede hacer que te levantes y enfrentes tu jornada como un ser digno.

Texto extraído de www.orgullonacional.cl

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