Baikonur «¿Quién vigila al hombre cansado?» (2013)
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Baikonur «¿Quién vigila al hombre cansado?» (2013)

Baikonur «¿Quién vigila al hombre cansado?» (2013)

jueves 02 de enero, 2014

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Escrito por: Equipo SO

  • Baikonur
  • ¿Quién vigila al hombre cansado?
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Uno de los ejercicios más complejos en los que se pueda encontrar una persona en su vida es lograr ser imparcial al momento de criticar. Ya sea disfrutando de una copa de vino o de un libro, estamos expuestos a nuestro aprendizaje histórico el cual define no solo nuestros gustos si no que también nuestras opiniones a partir de estos mismos. Por cierto este no es un comentario hecho al azar.

Por razones que no vale la pena comentar nunca he comulgado demasiado con el post-rock, quizás sea mi fundamentalismo musical, quizás sea las malas experiencias anteriores, como dije no vale la pena entrar en detalle. Encontrarme enfrentado a un disco como «¿Quién vigila al hombre cansado?” de Baikonur me planteó un gran desafío. Y es que el disco pareciera ser un decálogo del post-rock, casi un manifiesto. Secciones rítmicas repetitivas, acordes no tradicionales, ausencia de solos instrumentales y de líricas conforman la amalgama sobre la qué se asienta este disco. El ejemplo más claro lo da el tema que abre el disco, una simple y bella melodía en guitarra acompañada por extractos del episodio de Necrosis en Sábados Gigantes. La misma melodía se repite en el tema final pero esta vez acompañado por un discurso indigenista mapuche.

Para serles honestos me vi obligado a re escuchar dos veces el disco solo para limpiarme de los prejuicios que tenía respecto al estilo, pero valió la pena. Al escucharlo por tercera vez me vi disfrutando temas como “Auguri” y no fue raro verme moviendo la cabeza con “Caprile” (a mi parece el tema mejor logrado del disco). En este último repaso pude entender las delicadas camas armónicas que generaban las guitarras, el esfuerzo de rellenar los espacio de la manera más sutil posible mediante la perseverancia de la línea rítmica, y a pesar de que mi formación musical me exigía “más elementos” a medida que pasaban los temas encontré cada vez más innecesario recurrir a los clásicos recovecos del rock tradicional. Cada vez que lo (re)escucho encuentro nuevas texturas musicales y descubro nuevos contenidos en los temas lo cual, en definitiva, es el gran aporte de este disco. Un disco que es necesario escuchar con tranquilidad y atención para entender complemente el concepto musical que se desarrolla en él. Mención honrosa debe ser hecha al sonido del disco, se nota un esmerado trabajo por conseguir un sonido puro y característico.

Efectivamente no es un disco para escuchar en una tarde de piscina esperando el asado mundialista ni tampoco para encender el carrete “onfaya” de viernes after office. En cambio si lo que desea es sentarse a disfrutar el paso de la tarde o caminar el ocaso por las calles de su ciudad, definitivamente este es su disco. Quizás las únicas falencias que se pueden nombrar tengan que ver principalmente con las falencias de un estilo que lleva demasiado tiempo buscando reinventarse, o quizás sea justamente eso lo más interesante…a esta alturas no lo sé. Quizás si lo escucho una vez más pueda encontrar las respuesta escondidas detrás de esas delicadas armonías, o del incansable golpeteo de la base rítmica. Quizás al final, y sin prejuicios, pueda descubrir aquello que me falta por encontrar para comenzar mi colección de discos de post-rock.

Escrito por: Nektar Gatica

 

 

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