Engranaje «Luciérnagas Del Sol» (2014)
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Engranaje «Luciérnagas Del Sol» (2014)

Engranaje «Luciérnagas Del Sol» (2014)

domingo 19 de octubre, 2014

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Escrito por: Equipo SO

  • Engranaje
  • "Luciernagas del Sol" (2014)
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11 años de trayectoria y 6 viviendo en Santiago cumple este 2014 la banda Engranaje. Sin embargo, los rockeros de Copiapó llevan el desierto ardiente en la sangre y su última producción, “Luciérnagas Del Sol”, respira esa resonancia de inmensidad y pesadez propia de las tierras nortinas. Sin atraparse del todo en las bajas frecuencias, el fuzz, riffs repetitivos ni otros clichés del stoner metal, el conjunto trabaja un sonido con toques de hard rock y algo de psicodelia armoniosa que hacen de este un disco bien matizado y diverso, pese a sonar 100% a tope de volumen.

“13” se titula la titánica introducción instrumental que nos sitúa de entrada en el desierto, con una primitiva batería de Sami Tello, y el calor de los tubos encrudeciendo los riffs. Desemboca en “Engranaje”, un tema oscuro y que evoca una aplastante maquinaria, de buenos e hipnóticos cambios de ritmo que pegan fuerte. La voz de Bambino Arancibia (bajo) tiene vida propia y no se limita a seguir las armonías, un factor que los rescata de sonar igual que otras bandas del género. “La Vida Perra” se enciende con un crujiente bajo andante, y una letra que da aguante para soportar los vórtices y juegos sucios de la existencia, bien desafiante y prendida. Aquí caen las primeras gotas psicodélicas de distantes arpegios oscuros pero de presencia hard rockera, la que se mantiene en “Nada que Hacer”, con tremendo solo de Nicolás Meza y gargantas al tope del volumen, llenas de rabia.

“La Sangre” es el single del disco, y bien elegido. La orgánica distorsión le da el poder a riffs lentos y más melodiosos, y el coro se queda sonando en la mente. Aunque es un tema más “oreja”, no compromete el sonido de la banda. Esta segunda mitad del álbum explora otros territorios, empezando con “Luciérnagas Del Sol”, algo más arriesgado y viajero que marca el momento para darle otra quemada a la nave. El submarino arpegio tiene un aura claroscura muy pesada, nostálgica y relajada. Es latente el poder del espacio exterior sobre el desierto nortino en esta canción, una de las mejores de la obra. Y de un tirón nos caemos a tierra con “No Quieres Ver”, un metal punk que habla de aquello que elegimos no ver por sanidad mental, por conformismo y por el miedo que domina las sociedades enfermas. Influencia panterística en el solo, así como en la compleja trama de ritmos y riffs. “Bajo El Humo” da aires optimistas y de claridad, con un solo introductorio del invitado de lujo, el maestro Carlos Corales (Aguaturbia). Un tema bien rocanrolero que toma veloz vuelo al son marihuanístico del didgeridoo. “Gaviota” es un corte bien tranquilo y que matiza algo fuera del frenetismo del álbum, que regresa en “Ya No Es Poder”. La libertad comprada, falsa y que no entrega nada real, se relata en esta canción que destaca por la habilidad de crear versos de gran armonía y agresividad. La onda neopsicodelica de “Ruidos Del Ayer” da cuenta de la versatilidad del sonido de Engranaje, sin duda fruto de más de una década de constancia y aguante que se hace carne en “Sin Tregua”. Es un cierre de alma guerrera, marchante y violenta de metal pesado que sella con acero casi 1 hora de música.

El camino es largo y lleno de desventuras para las bandas que quieren mantenerse sonando en la capital, pero los nortinos de Engranaje ya aprendieron de eso. Tienen buen kilometraje para su joven edad, y mucho combustible para seguir rodando y dar a conocer su peso en todo lugar.

Por: Matías Burgos

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