Escrito por: Diego Rosas

• Invernadero
• Invernadero (2015)
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Desde la Araucania brota Invernadero, un trío de jóvenes músicos dispuestos a desplegar toda su libertad creativa a la hora de componer. Apoyados y autogestionados por el colectivo artístico Humo de Temu, el 2015 lanzan su primer EP, un homónimo experimento rodeado de inquietudes tanto musicales como conceptuales. En siete tracks y de naturaleza preferentemente instrumental, se constelan limpias ejecuciones de fragmentos que fusionan géneros y atmósferas en un impredecible juego, con una importante variante progresiva y experimental.

German colosal, da el arranque para adentrarse al microcosmos. Empuja nuestros oídos a una violenta reducción de dimensiones protozoicas. Con este inicio, se cristalizan las guitarras de Moncada; la maniobra de suaves melodías y escaladas que saltan al distorsionado y sagaz roce, en una mixtura con acordes propios del punk rock y la psicodelia.

Dragones espaciales, marca la exploración de nuevas anatomías. Más etérea, azulada y espeleológica en su tonalidad. De línea similar, prosigue Piscina cuántica, que nos traslada a la noche estrellada, a las fantasías de buceo y ahogo. Las baterías de Norambuena sostienen drásticos cambios rítmicos, aportando templanzas en el tintineo de platillos y anticipando los climax a través del impacto cajas y bombos.

El difuminado paisaje se forma –y deformarse- con Locura en la calle, torrencial y frenética, autora de esquirlas y de transes desorbitantes. Contiene un denso final con una plataforma de rebotes en el bajo a cargo de Mardones. Expedición a marte, también explora nuevas métricas, encapsulando una muestra de un rock alternativo muy estilo noventero, de la primera oleada de post rock con sus múltiples influencias.

En los últimos temas podemos escuchar lo más pesado de la banda. Villancico bipolar, es una escalada que simultáneamente, nos empuja y frena. Finalmente, el cierre de Pájaros Amarillos, se presenta como un sort-sol de acústicos pigmentos que se precipitan y nos bombardean hasta el cierre.

Etéreo, ambicioso y de irregular ensoñación; tres adjetivos para condecorar a Invernadero, un follaje que se enaltece para vibrar en la boca del universo, sellando la estampa de la nueva banda sonora de un vertiginoso y astral sur. La experiencia de verlos en vivo y gozar de nuevas combinaciones que adquieren sus piezas, queda en el libre albedrio de sus oyentes.

 

Invernadero – Invernadero (2015)

From the Araucania grows Invernadero, a trio of young musicians, ready to deploy all their creative freedom when composing. Supported and self-managed by the artistic group Humo de Temu, in 2015 they released their first EP, a homonymous experiment surrounded by musical and conceptual concerns.

In seven tracks and of a mainly instrumental nature, clean performances are constellated, with fragments that fuse genres and atmospheres in an unpredictable game, with an important progressive and experimental variant.

Germen colosal, gives the start to enter the microcosm. It pushes our ears to a violent reduction of protozoan dimensions. With this beginning, the guitars of Moncada are crystallized; the maneuver of soft melodies and climbing that jump to the distorted and sagacious touch, in a mix with punk rock and psychedelic chords.

Dragones espaciales, marks the exploration of new anatomies. More ethereal, bluish and speleological in its hue. Of similar line, continues Piscina cuántica that takes us to the starry night, to the fantasies of diving and drowning. The batteries of Norambuena sustain drastic rhythmic changes, contributing temperances in the clink of cymbals and anticipating the climax through the impact boxes and drums.

The blurred landscape forms – and deformed – with Locura en la calle, torrential and frenetic, author of spikes and exorbitant trances. Contains a dense finish with a platform of rebounds in the bass by Mardones. Expedición a marte, also explores new metrics, encapsulating a sample of a nineties rock alternative, the first wave of post rock with its multiple influences.

In the last songs we can hear the heaviest of the band. Villancico bipolar, is the one climbing that simultaneously, pushes and stops us. Finally, the closing of Pajaros amarillos, presents like a sort sol of acoustic pigments that precipitate and bombard us until the closing.

Ethereal, ambitious and irregular in reverie; three adjectives to decorate Invernadero, a foliage that exalts to vibrate in the mouth of the universe, sealing the stamp of the new soundtrack of a vertiginous and southern astral. The experience of seeing them in live and enjoy new combinations that acquire their pieces, remains in the free will of their listeners.