Ojos de Perro Azul – Ojos de Perro Azul (2018)
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Ojos de Perro Azul – Ojos de Perro Azul (2018)

Ojos de Perro Azul – Ojos de Perro Azul (2018)

lunes 14 de mayo, 2018

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Escrito por: Diego Rosas

  • Ojos de Perro Azul
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Ojos de Perro Azul, banda de tierras araucanas, conformada por un grupo de amigos, deciden debutar con su EP homónimo, cuyo nombre se inspira en el libro de cuentos de García Márquez. La producción es realizada por los mismos muchachos, registrando sus audios en Trato Estudios.

Bajo la categoría de “rock juguete”, en palabras de los músicos: “tenemos una onda bien infantil, tanto en la voz como en los instrumentos, y eso nos agrada”. En sus líricas abarcan historias de abusos de poder, campamentos, amores imposibles, bandidos, sueños sin cumplir, entre tantas otras.

Adentrándonos en el disco, con Campamento nos iniciamos en un lúdico pasaje de riffs escolares. La voz de Alejandro Oyarzún (Yamilesko) luce en su registro, al tanto que cuenta las aventuras de refugio: “Cierra los ojos que quizás”. Con aquel track podemos concentrar la propuesta de la banda, al tanto que acento radial comienza a dibujarse en este croquis musical. El siguiente tema, Mariana, que con su inicio atropellado y guiños al casett, muestra un ritmo pegajoso con ligeros arreglos: “Nadie te piensa como yo, nadie te sueña como yo”. “Nadie es tan tonto para creer, algo imposible”. Romanticismo en un alegre e inocente canto.

Los siguiente temas como La Ola, avanzan hacia un sonido más pop, con suaves punteos y algunos arrastres más sucios por parte de las guitarras. Una parte màs agresiva aterriza con la sofocante Acción, mientras que el desenlace se aproxima con la sencilla y contradictoriamente tranquila melodía de Fusilamiento: “Al final toda culpa se paga”. Llegando a Weichafe, nos atrapan los delicados arpegios y percusiones tumbantes, haciendo una histórica elegía del Wallmapu. (Final Falso) es una broma inesperada, un silencio, que prepara para ¡Adiós!, que con su guitarrón chileno, sirena de ambulancia y órgano de caja, le ponen pié de pagina al corta duración.

Ojos de Perro Azul exhibe un semblante propio del indie rock, mezclado con un retazo criollo, intromisiones de cultura popular (diálogos de metrajes) y plácidos hincapiés al melodramático bolero. Imposible no menospreciar la posible influencia vocal de un Briceño, por mencionar alguna referencia que lidera una manera de hacer música desde la sensibilidad del kindergarden.

Gente que ha escuchado el disco podría tomarse tanto en broma como en el sentido literal, estas maquetas que hoy quisieron lucir como tracks. Las mejores palabras para resumir el lúdico espíritu de este nuevo proyecto residen en el comentario guitarrista Benjamín Sepúlveda: Nos agrada la idea de ser una especie de experimento, que busca proyectar sus ganas de existir, y a la vez no se toma su existencia en serio, todo puede mutar y terminar en cualquier momento. Aprovechemos lo que tenemos y mostremos lo que nos nace, si lo pensamos bien, todo arte recae principalmente en sentirse vivo, y jugar con ello”. Recomendado para quienes se toman la música como un recreo.

Ojos de Perro Azul – Ojos de Perro Azul (2018)

Ojos de Perro Azul, a band of Araucanian lands, formed by a group of friends, decides to debut with their homonymous EP, whose name is inspired by the story book by García Márquez. The production is done by the same guys, recording their audios in Trato Estudios.

Under the category of » toy rock», in the words of the musicians: «We have a very childish wave, both in the voice and in the instruments, and we like that”. Their lyrics include stories of abuse of power, camps, impossible loves, bandits, unfulfilled dreams, among many others.

Entering the disc, we start with Campamento in a playful passage of school riffs. The voice of Alejandro Oyarzún (Yamilesko) shines in his record, while telling a story of refuge: «Cierra los ojos que quizás«. With this theme we can concentrate on the proposal of the band, while the radial accent begins to draw in this musical sketch. The next song, Mariana, that with its start run over and winks at the casette, shows a sticky rhythm with slight adjustments: “Nadie te piensa como yo, nadie te sueña como yo”. “Nadie es tan tonto para creer, algo imposible”. Romanticism in a joyful and innocent song.

The next songs, such as La Ola, move towards a more pop sound, with soft punctures and some dirtier drag on the part of the guitars. A more aggressive part with the suffocating Acción, while the outcome approaches with the the simple and contradictorily calm melody Fusilamiento: “Al final toda culpa se paga«. Arriving at Weichafe, we catched by delicate arpeggios and tumbling percussions, making a historical elegy of the Wallmapu. (Final Falso) is a joke of them, a silence, that prepares for ¡Adiós!, that with his Chilean guitar, ambulance siren and box organ, it puts foot on page to the EP.

Ojos de Perro Azul exhibits a semblance of indie rock, mixed with a creole remnant, pop culture intrusions (movie dialogues) and placid swellings to the melodramatic bolero. Impossible not to underestimate the possible vocal influence of a Briceño, therefore, the sensitivity of kindergarten.

People who have listened to the album could be taken as much in jest as in the literal sense, these models that today wanted to look like tracks. The best words to summarize the playful spirit of this new project reside in the guitarist comment Benjamín Sepúlveda: «We like the idea of ​​being a kind of principle, which seeks to project its desire to exist, and at the same time does not take its existence seriously, all can mutate and end at any time. We let’s take advantage of what we have and show what is born to us, if we think about it, all art lies mainly in feeling alive, and playing with it”. Recommended for those who take music as a recreation.

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