Hielo Negro

Escrito por: Equipo SO

La banda sigue incansable en la ruta con su octava grabación bajo el brazo. Conversamos con Matías Alarcon y Christián pinpon Macdonald sobre las rutas del rocanrol.

Mientras la calle Santa Isabel se inunda de gente exhausta y ansiosa de volver a dormir, llego a las afueras de la sala de ensayo de Hielo Negro, donde la jornada no ha terminado. Entro sin saludar pues la banda aún está tocando, envueltos en un espectro de buenos humos que los tiene inspirados en un pesado jam. Terminada la música, todos aterrizan de pronto y asienten con una sonrisa. Al parecer un riff se ha rescatado de esta sesión, y Marcelo “Chelo” Palma (guitarra y voz) apaga la grabadora de su teléfono. “Así se van armando los temas, entre los tres, sin predisponernos a nada improvisamos y vemos que sale. Dejarlo nacer y que fluya”, cuenta Christian Macdonald, más conocido como “Pinpon”. El baterista da una buena idea de cómo hicieron su último disco, “El Gran Camino”, octava grabación de su carrera por las rutas del rock pesado y constante y que los tiene en medio de una gira sin final previsto.

La práctica concluye, y para evitar el silencio la banda cuenta con un pequeño parlante que da el aguante con temas de ayer y hoy. “Siempre es bueno cachar cosas nuevas”, dice Matías Alarcón (bajista desde hace poco más de tres años), “aunque igual tenemos nuestros discos de cabecera en la sala, como el Technical Ecstasy de Black Sabbath”. Es lugar da cuenta de partes de la identidad de Hielo Negro… las paredes tapizadas con afiches de tocatas de todos los años y ciudades, un gran poster de Venom con la cara de Satán, antiguos amplificadores a tubos, y un arrugado pliego de papel celofán rojo cubriendo la ampolleta, dándole todo el ambiente de antro. El Chelo se excusa de participar de la entrevista por un trámite, así que quedamos junto a la sección rítmica de un conjunto que se ha consolidado como un estandarte y referente en la actual escena no sólo rockera, sino también de la música nacional.

Sonidos Ocultos: ¿Qué tal ha estado la gira hasta el momento? Tras todos estos años, como que Hielo tiene su fanaticada en todos lados de Chile…

Matías: Siempre hay un piño que te espera y te saluda…

Pinpón: Siempre se va sumando gente… algunos que nos conocen recién ahora, o que no llegaron antes a la tocata porque se curaron mucho (risas). Musicalmente, ya estamos más aceitados con los temas del disco nuevo. Incluimos 4 temas de ese por tocata, vamos rotándolos y probando a ver qué pasa.

S.O.: Se percibe un nuevo sonido en este disco… Bien apegado al sello de la banda pero por otros rumbos, algo más maduro y retrospectivo, con más blues y psicodélia. ¿Cómo surgió la composición?

Pinpón: “El Gran Camino” es por el que vamos a seguir tocando, y ya se van notando un poco más las arrugas. Siempre hemos trabajado al natural, no nos predisponemos a nada, como decir: “ya ahora esto tenemos que explorarlo”, no. Nos gustan los temas rápidos y lentos, con órgano hammond, algo tranquilos, psicodélia… como en “Cosmos Blues”, que ya es otro tipo de composición, no hecha como un single. Pasa por hartos viajes que completan el tema…

Matías: Se van dando nomás, sin nada más en la cabeza…

Pinpón: La idea principal es pasarlo bien y vivirlo en grupo. Compartir música en la sala y en la casa, disfrutar las fechas de tocatas… De ahí salen las canciones. Hielo Negro siempre es rocanrol, notas básicas del blues, claro, pero también algo de punk y otras ramas.

S.O.: Dentro de las “voladas” en el disco están los temas “Enfermeras”, con un tempo más pausado y ese sombrío Hammond, o “Bagual”, que es un tema monumental que desemboca en un charango y sintetizador…

Pinpón: Claro. Eso viene del Chelo, que tocó todos los teclados y el charango. Con “Bagual” se me vienen imágenes de la estepa patagónica, bosques antiguos, árboles viejos y milenarios. Una canción para atardecer o amanecer, un viaje intenso…

Matías: Una improvisación que fue tomando forma, en escalada… Dejándola ser, salió y mortal.

S.O.: ¿Cuáles son sus canciones favoritas de este disco para tocar en vivo?

Pinpón: Igual depende de las reacciones de la gente, pero “Serpiente” me da una buena vibra, siento que hice una buena batería en esa. Es un tema arrastrado, lento, con un quiebre que no habíamos probado nunca y salió increíble.

Matías: “Ángeles y Mis Muertos”. La hicimos todos juntos y sale genial.

S.O.: ¿Y qué tal han percibido la respuesta de la gente? ¿Sienten que están agarrando los temas nuevos?

Matías: En el lanzamiento del disco lo hablamos. Dijimos: “hay que saber tocar el disco completo de corrido, una vez, aunque la gente no se sepa las letras”. Igual se sintió un vacile pulento que sigue hasta hoy, la gente estaba mirando curiosa pero disfrutándolo bien. Todo a su tiempo… El que primero pegó es “Hijo del Diablo”, por ser el primero que salió y por el video. Los estamos rotando entonces vamos cachando de a poco.

Pinpón: “Ángeles y Mis Muertos”, también. Es bien heavy rock, también les ha gustado…

S.O.: En “Cosmos Blues” incluiste un solo de batería. Algo recuerda a Peter Criss (baterista de KISS), y como eres fanático reconocido de él…

Pinpón. ¡Sí po weón! Peter Criss es un ídolo, superhéroe máximo. Pero en realidad no me había dado cuenta, fue inconsciente. A él lo veo comosuperhéroe desde niño. Para mí, el de Grand Funk es otro que es la cagá, me encanta su forma de tocar, baterías fuertes con una técnica bruta. El gato es otro rocanrol, otra escuela igual de hermosa. Uno es el superhéroe y el otro el brutal (risas).

S.O.: ¿Y cómo fue el acople a la banda para Matías? Igual es otra forma de trabajar…

Matías: Claro, para mí significó tocar en otro tipo de banda, eso sí sin miedo a dar ideas y opiniones. Viéndolo un poco con mesura, ya que es acercarse a un estilo. Antes tocaba hardcore punk y sigo con el blues (con Polvareda), pero el rocanrol es uno solo. Desde que entró fue así, natural y no forzado. Sino no estaría.

S.O.: ¿Qué opinan sobre la Ley del 20% de música nacional en las radios? Porque para varios músicos significa algo distinto…

Pinpón: Va a sonar un poco desinteresado, pero es que no hay una solución definitiva. Algunos querrán más, otros menos. Nosotros hace rato que tocamos sin ayuda de la radio. Cuando hemos ido, ha sido por obra de Dios y de Satanás (risas).

Matías: Te lo imponen de cierta forma. Aparte 20% es poco, algo es algo, pero no deja de ser penca. Estay pidiendo la cola, lo menos. En todo caso, internet mueve todo. Mucha gente ya no escucha radio en realidad.

S.O.: Hablemos del futuro próximo. ¿Qué hay en cartelera?

Pinpón: Fechas aquí y allá, en la capital. Y el Festival Rockout el 6 de diciembre… ellos se acercaron, fue una negociación muy simple en realidad. Lo bueno es que te ve gente que no te conoce. De 5.000, que vayan 10 a una tocata ya es un logro. Es una buena ventana. Luego, tenemos otro par de festivales agendados en el verano. El primero es Woodstaco, y de ahí norte sur como hasta ahora. Antes los veranos eran muertos en Chile, ahora hay muchos festivales, movidos desde el underground. Unos mega profesionales, otros mega malos (risas). Es un cambio de hace 4 años creo. La gente joven se da cuenta que no hay que hacer la misma wea siempre, que hay que darle al rocanrol una oportunidad.