Acero Nacional y Hefesto: Fundiendo metal con la misma sangre
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Acero Nacional y Hefesto: Fundiendo metal con la misma sangre

Acero Nacional y Hefesto: Fundiendo metal con la misma sangre

martes 21 de octubre, 2025

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Escrito por: Equipo SO

Por Claudio Miranda
Fotos Rodrigo Damiani @SonidosOcultos

Entre los 15 años que Acero Nacional registra en la ruta, y el lustro de vida que Hefesto ha matriculado a punta de singles, hay un mismo sentimiento en torno al heavy metal como vehículo de expresión. Por un lado, Acero Nacional concentra la destreza de sus habilidades en el heavy metal como música hecha para y por el hombre común, el concepto e imagen de Hefesto apela hacia la rama más pura y literaria. Caminos distintos en apariencia, identidades que convergen en el mismo poder de la electricidad con guitarras en el circuito local.

La jornada del viernes en el hoy tradicional MiBar, tendría el puntapié inicial a cargo de Hefesto. Desde el arranque con «Avaricia» notamos hacia dónde va el cuadro liderado por Jaime González en la voz, cuyos atuendos de hechicero a la usanza del eterno Ronnie James Dio habla de una preocupación por el espectáculo que se valora tanto como el despliegue sonoro. Y es que en una banda cuyos integrantes abrazan el estilo hermanando el ritmo trepidante y el virtuosismo en su justa medida, tienes como resultado una propuesta que defiende y ataca con la soltura requerida.

Tanto como «Soberbia» apunta a los grandes coros y las guitarras que respiran la tradición virtuosa de los Lynch-Malmsteen-Rhoads, «Envidia» proyecta en vivo una capacidad creativa que expande su atmósfera respecto al estudio. Entre medio, singles recién estrenados como «Gula» y sorpresas del calibre de «Pereza» nos muestran a Hefesto de cuerpo completo. Las guitarras de Gabriel García y Alfredo Rivera, hacen gala de habilidad y precisión con niveles de veterano, mientras el bajo de Julio Soto, cuyo sonido rememora el timbre inconfundible de próceres como Rudy Sarzo o Jeff Pilson -sí, hard n’ heavy puro- ejerce como conector entre las guitarras y la batería enérgica de Gianfranco Ferrera, este último,un baterista que se ajusta impecablemente a la entrega que Hefesto requiere en su ejecución.

Dejamos en el análisis aparte a Jaime González, quien traduce su amor por el género a un despliegue escénico y vocal marcado por la huella de las voces más icónicas, y otras no tanto pero que también tienen su lugar en la era dorada del género. Por algo la elección del clásico «Red Sharks» de Crimson Glory en el repertorio. Y la influencia del desaparecido John Patrick «Midnight» McDonald, Jr en Jaime es clave para entender los grandes temas hacia donde apunta Hefesto y la potencia con que el quinteto, literalmente, echa abajo un escenario completo. En el cierre, y con Jaime desafiando a los asistentes a participar en el coro: «…y me verán renacer!», la descarga volcánica de «Ira» se impone con los mismos bríos que lo vieron ver la luz como el primer single, allá por 2022. Eso es Hefesto en vivo, con un repertorio que va a lo suyo y un combinado de músicos donde el todo es lo que importa.

Con la explosión inicial de «Volar», Acero Nacional nos pone al tanto de su actualidad. Darío Céspedes se integra de manera oficial y su entendimiento en las seis cuerdas con Cristián Kowal es tan preciso como fluido. Le sigue «Mi Raíz», del primer álbum El Sonido del Metal (2016) y que hoy, tras casi una década, retumba con el mismo puñete curtido en el underground que los ha visto nacer y azotar escenarios. A nivel escénico, hay un espectáculo, una jerarquía que Andrés Fuentes, dueño de una de las voces más prodigiosas a nivel local y sudamericano, proyecta con solo un par de gestos y la seguridad propia de un experimentado.

«Héroe» y «Yo», ambas embajadoras del excelente Trueno (2019), mantienen fresca la convicción que le valió destacar en cuanto a lanzamientos nacionales en su momento. La batería de Javier Sepúlveda, es fundamental en el andamiaje de una agrupación que recurre a la fuerza y la constancia como parte de un ADN incorruptible. Una base rítmica que el bajista Jorge Fuentes completa como enlace de frecuencias profundas, adhiriendo al ataque de las cuerdas con su propio distintivo sonoro.

La llegada de Darío Céspedes también implica aportar a la escritura de nuevas piezas. Y tal como lo presenta Andrés, la inspiración en la salud mental y la decisión de quienes decidieron partir antes de tiempo hacen de «Hombre Sombra» un momento inédito. Una pieza brumosa y distinta respecto al heavy con puño en alto que Acero Nacional ha pulido como parte de su rúbrica, lo que deja en claro hacia dónde apunta el siguiente capítulo discográfico en una banda que se atreve a incursionar en los temas más humanos, y los más incómodos. Musicalmente, los licks más ‘sabbatheros’ confirman la ruta a seguir en un futuro ojalá no muy lejano. Así, de cuerpo completo se nos muestra esta versión renovada de Acero Nacional, en vivo y dirigiendo la mirada hacia temas distintos.

El repertorio continúa de manera rauda, con apenas el espacio para que Andrés se dirija al público y tire alguna broma respecto a algún brebaje en el escenario. Lo que le da a «La Red», «Renacer» y la enorme «Acero Nacional» un sabor especial, siempre a la altura de la firmeza con que sus intérpretes disponen de sus habilidades. Se nota, y más en el último pasaje mencionado, que Acero Nacional, la banda, está aceitando su renovado ensamblaje con un objetivo mayor en el futuro. Y es que, más allá de ser los headliners de la jornada, se permiten cuidar lo mejor de su espectáculo de la misma forma en que exhiben el diagnóstico de su mejorado estado de salud.

Para el cierre de la noche, «Trueno» y «Libre», quizás los dos más grandes himnos que haya escrito una banda chilena, llegan como el momento obligado en cada presentación de Acero Nacional. Una banda que no se guarda nada y, al mismo tiempo, se encuentra en un proceso que da señales óptimas de un futuro esplendor. Esperemos que así sea, como el inicio de un nuevo ciclo y el acero fundiéndose con la misma sangre que les impulsa a seguir la ruta. Como viene siendo hace 15 años.

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