Por Francisco Quevedo
El último EP de esta prometedora e incipiente banda argentina , Fin Del Mundo, tiene la casi inmediata capacidad de teletransportar al oyente a parajes que sólo su mente puede concebir. “La ciudad que dejamos” consta de 4 canciones que, en menos de 20 minutos, viajan sobre capas sonoras armónicas entre sí que alternan intensidad y calma, en una aventura fugaz, pero reconfortante.
Cada pista del EP está trabajada de forma minuciosa, no dejando detalle al azar. “(…) Si prestan atención a nuestras canciones verán que no solemos repetir las partes como normalmente se hace, no tenemos estribillos, y rara vez contamos con estrofas. Porque así lo vivimos: como un viaje que arranca y termina (…)”, reveló Julieta Limia, la encargada de las baquetas del grupo al sitio Ponele, en agosto de 2022. Y, en efecto, es así. Cada track es un viaje en si mismo, pero que, entrelazado con las demás, va generando una película si vemos el disco en su conjunto. El resto de las integrantes de esta tripulación la completan Lucía Masnatta y Julieta Heredia en guitarras y Yanina Silva al bajo, quien comparte el rol de vocalista junto a Masnatta.
El combo funciona bien. El sonido es envolvente y no es complicado aceptar su invitación. El shoegaze aparece en todo su esplendor, las capas se suman una sobre otra, nutriendo al viaje de riqueza. Cada capítulo tiene su gracia, su particularidad, su detalle, su atractivo, por lo que no tiene mucho sentido destacar una canción sobre otra ya entre todas dan vida a la experiencia total.
Las letras del grupo son otro de los puntos fuertes. Apelan al cambio y a la evolución, al principio y al final, pero desde una perspectiva particular; subjetiva si se quiere. Los mensajes expresados ganan al estar sostenidos en los cimientos musicales antes descritos por lo que el resultado final es bastante conciso.
El nombre de la agrupación o de las canciones podría llamar al engaño, pero es verdad hasta un cierto punto. “(…) Por ejemplo en “El incendio” y en la ilustración de tapa de “La ciudad que dejamos” tratamos de definir una escena particular. La protagonista de esta historia no vuelve a su pasado con nostalgia, sino que intenta borrar lo que queda, hacer espacio para crear algo nuevo”, graficó Julieta Heredia al sitio Ponele.
Como ya está dicho, no queda más que aceptar la invitación -el ticket es gratis- y subirse a la nave de El Fin del Mundo. De seguro lo pasará bien, disfrutará y reflexionará sin miedo a hacerlo. Ahora, si avisaran que el apocalipsis llegó sin previo aviso (como podría ser, quién sabe) y eligió esta banda sonora como telón de fondo, no merecería hacer tanta alharaca con su llegada (si es que llegamos a tener el privilegio de ver dicho espectáculo).