Sonidos Ocultos

Soulinpain – El origen del miedo

El Origen del miedo: Larga introducción ambiental da el vamos al disco. Y listo. La música fluye fácilmente, con una potencia que sorprende y que, lo mejor, no se guarda nada. Es sumamente honesta con fuertes guitarras y una batería clara que marca el ritmo. Buen comienzo: sólido y frontal.

Recuerdo tortuosos: Atención: latidos y un grito que, inmediatamente, ceden frente al bombazo de Soulinpain. Las letras en español son un ingrediente muy acertado. La canción mantiene la misma línea de la primera. No da respiros, combinando de gran forma la guitarra, la voz y los tiempos. Todo en unos pocos minutos.

Tiempos de muerte: Sonidos de un bombardeo al estilo de One de Metallica son el telón de fondo. La honestidad sigue intacta y firme con la fórmula ya aplicada en los temas anteriores. Eso si, en esta hay variantes agradables que le agregan una variedad y riqueza al disco. Lejos, lo más notable es que hacen mucho en muy poco lo que, a la larga, hace que el disco en su totalidad gane en solidez.

Visión vacía: Las letras también tienen un rol clave en casa canción. Nítidas y con un discurso directo que son acorde a la música. Se complementan de excelente manera. Cada track es una bomba.

No existen: Sin intro con las demás, la canción no pierde en nada su valor. El vozarrón gana cada vez más protagonismo, al igual que los solos de guitarra (presentes en cada hit) En ningún momento se pierde el norte y el disco se mantiene a tope. Sobre el final hay una palabra que se viene a la mente: virtuosismo.

Euforia mortal: la batería notable, certera y haciendo gala de su función. Las temáticas siguen con el concepto plasmado a lo largo de todo el álbum. Se repite la dosis: potencia en pocos minutos.

Por todo tu mal: Otro golpe a la cara, sin anestesia. La verdad es que cada canción es muy fácil de escuchar porque el discurso es claro. La honestidad es brutal y eso, bajo toda circunstancia, se agradece. La voz entrega más facetas, al igual que los solos. Leve guiño a Dimebag Darrell.

Falsas creencias: Volvemos a las intros. Y de nuevo: misil potente y extremo. Si uno quisiese crear una situación al escuchar esto sería asi: Un hombre tumbado en el piso y otros tantos rematándolo a golpes. Excelentes sonidos y combinaciones con letras nítidas. Gran remate.

Vida oscura: Vivan los cuervos y toda esa maldad presente en este álbum. En el buen término, claro. La verdad es que el disco pasa rápido y esta canción no escapa a ese concepto. Otra vez, las guitarras rugen y guían el destino de la canción. Este hit presenta una variante con algunos segundos de relativa “calma”.

El odio se impone: Lo mismo, y no aburre. Ya vamos por la media hora de rock y han sido como segundos, instantes de gran potencia, ráfagas de virtuosismo se confabulan para lograr atrapar al oyente. Lo logran con facilidad. El nivel técnico de cada músico se deja ver en este tema. La voz ya es tremenda y su figura se agiganta cada vez más.

Extremo: El gran final. Intro, que más da. Y de nuevo: guitarras, potencia por mil, rapidez, violencia y rabia: todo en una mezcla honesta y sin pretenciones. Bajo esa premisa, este es el final digno que merecía este álbum. 35 minutos que pasan volando. La voz se despide a lo grande, lo mismo que la batería: machaca que machaca parece no dejar nunca su intensidad. Soulinpain cierra con honores este trabajo y que tanto: lo merece así. Altamente recomendable.

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