Escrito por: Equipo SO

• Demonauta
• Tierra del Fuego
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La palabra contundencia es perfecta para definir uno de los mejores álbumes del año a nivel nacional. La banda santiaguina Demonauta nos trae su tercer disco, titulado «Tierra del fuego», que mantiene la línea de sus anteriores álbumes (Vol. 1 y Caminando en la Luna), pero inclinándose un poco más a lo psicodélico, trasladando su sonido a la enésima potencia.

El rock da para mucho en este trabajo fuzz rock, que toma prestado lo más raspado del doom, pero sumado a una psicodelia que no abusa en su planteamiento, sin caer en lo pretencioso. Gran parte de los temas supera los cinco minutos de duración, sin embargo, nunca se hace pesada la escucha, siendo al contrario muy intuitiva para el auditor.

A lo largo del disco podemos, además del trío instrumental ya a estas alturas característico del rock (guitarra, bajo y batería) un intercambio en la voz entre el inglés y el español, dependiendo si lo que se busca es armonizar con los instrumentos o dejar en claro un determinado mensaje.

Sin embargo, es la distorsión la protagonista absoluta, a través de la cual nos llevará a un viaje que abraza la fría memoria de la tierra del fuego. Misma distorsión que es patrona absoluta en el primer tema, Into de Darkness, que de partida un sonido lo más envolvente posible. Le sigue Sahara Trip, que busca elementos más orientales para continuar con la atmósfera sin necesidad de recurrir a las voces.

El tercer tema se titula Del vendaval (mi favorito personal del disco) y parte con elementos clásica del Post Death, para luego dar un repentino giro hacia una pauta más progresiva, con una guitarra submarina que se complementa muy bien con el estribillo. La canción se extiende para concluir en una atmósfera, que reemplaza cualquier final abrupto y que funciona como el perfecto ejemplo sobre cómo se debe descomprimir una canción.

Le sigue Astro II, en donde la batería toma mucho protagonismo para mantener claridad ante unas guitarras desatadas. Vuelve la voz en inglés, junto a una guitarra que es absoluta protagonista de la canción, deslumbrando con el solo y un riff final pegajoso.

El quinto tema se titula Cosmos, y es sin duda el mejor logrado del disco. El solo de bajo del comienzo engancha desde un primer instante, y viaja a través de una hermosa psicodelia, en donde las escalas se entrecruzan para hacerte viajar al mismísimo fin del mundo. Le sigue Venas de la tierra, tema que recurre a sonidos más artesanales consiguiendo un ambiente sobrecogedor.

La última parada llega con Psiconauta. Es un cierre fantástico, puramente instrumental, que funciona como broche de oro al tremendo viaje que resulta este disco, que rememora parajes auditivos para generar una atmósfera única y absolutamente deslumbrante.

Recomendado totalmente e imprescindible en lo que va del 2016.

https://www.youtube.com/watch?v=v87LXJlIMd0