Los nuevos rumbos de Vago Sagrado
espera un momento...

Los nuevos rumbos de Vago Sagrado

Los nuevos rumbos de Vago Sagrado

martes 28 de noviembre, 2017

Este artículo ha sido visitado 650 veces, de las cuales 1 han sido hoy

Escrito por: Equipo SO

Recién llegados de una exitosa gira por Argentina y cerrando un año lleno de shows, Vago Sagrado cosecha la buena acogida nacional e internacional que tuvo “Vol. II”, disco que lanzaron en marzo. Con una agenda que incluyó telonear a Acid Mothers Temple y presentarse en importantes festivales de regiones, el trío santiaguino no se toma descansos y se prepara para entrar al estudio a grabar nueva música voladora de mentes.

Bajando por las escaleras que dan al subterráneo de los Estudios La Sede, en Providencia, se escuchan los interrumpidos ecos difusos de una guitarra eléctrica sobre un hipnótico ritmo de bajo y batería. Comienzan y paran una, dos, tres y más veces hasta cristalizarse en un etéreo pasaje musical. Así es la sesión de ensayo (y error) de Vago Sagrado, banda que desde principios de 2017 ha visto llegar las buenas críticas en Chile y el extranjero gracias a “Vol. II”, su último álbum. Esto los ha llevado por diversos escenarios y a embarcarse en una gira por Argentina de la que han regresado cansados, pero contentos.

Post punk, shoegaze, rock psicodélico y espacial son algunas de las etiquetas que le han cargado a la banda, que no se hace problemas en mezclar lo que sea que evoque su atención, incluso letras recitadas en español e inglés. Los músicos ponen los amplificadores en stand by y abren unas latas de cerveza para conversar con Sonidos Ocultos sobre su travesía por el país vecino, planes compositivos y los shows que se vienen.

En marzo lanzaron su segundo álbum y en sus últimas tocatas han mostrado cosas nuevas. ¿Ya están componiendo su tercer disco?

Alberto Parra (guitarra y voz): Sí. Tuvimos un espasmo creativo hace dos meses, en el que ninguno de los tres tuvo pega, así que nos juntábamos acá de 10 de la mañana a 2 de la tarde. En ese tiempo hicimos cinco de los seis temas que hay ahora, bien inspirados.

Karloncho (bajo y voz): Esperamos tener 8 canciones y sacar un álbum completo, no un EP como hemos hecho antes. Nos dimos cuenta de que después, cuando queríamos meternos al estudio, teníamos que regrabar los temas que ya habíamos sacado si queríamos incluirlos. Ahora quizás lancemos un par de singles.

Parra: En “Vol. II”, combinamos muchas grabaciones de distintas sesiones y en estudios diferentes. La verdad, no me gusta mucho como suena y pese a que me gustan más las canciones que logramos en este álbum, prefiero mil veces el primer disco porque se escucha continuado, como un viaje fluido.

Karloncho: Ahora que lo tenemos en cuenta, vamos a hacer todo en un solo lugar. Ya conversamos con Pablo Giadach para grabar en Estudio Lautaro y queremos trabajar juntos.

Nick (batería): Nuestra música se nutre de tocar en vivo, crear un ambiente, no es algo que nos guste estructurar y grabar por separado para después juntarlo con la intención de fabricar algo perfecto.

Dejando esos aspectos técnicos de lado, ¿están satisfechos con las buenas críticas y la audiencia que ha tenido “Vol. II”? Incluso les ofrecieron editarlo en vinilo en Alemania, además de otros formatos en Perú y Argentina.

Nick: Sí, mucho. Ha sonado más que el primer álbum dentro y fuera de Chile. Los alemanes de Clostridium Records nos ofrecieron lanzarlo desde allá y seguro que habrá más gente escuchándolo, más reviews y respuesta de otros países. Allá tienen todo el mecanismo para fabricar estos discos y llegar a los medios que saben difundirlos para audiencias de nicho en todo el mundo. Acá a Chile traeremos solo 50 copias, en colores naranjo marmolado y negro clásico.

Parra: Quedé contento con la respuesta de la gente y la diversidad de canciones que hicimos. Me gusta caleta que nuestros dos discos suenen diferentes y sean para públicos distintos.

Karloncho: En todo caso, la buena recepción acá en Chile fue después de que nos pescaron afuera, porque sólo sonábamos en el círculo de bandas con las que tocamos todos los fines de semana. El vinilo del primer disco permitió que otras personas pusieran el ojo en nuestra música.

Parra: Igual encuentro charcha esa hueá. Es obvio que el arte va a ser más apreciado en el primer mundo porque es donde están los medios para que eso se dé. Sería bacán llegar a Paraguay o a El Salvador, pero es imposible sonar en países que tienen prioridades mayores que escuchar una banda de rock psicodélico de Santiago. El alemán puede darse ese tiempo y está siempre en su cama desesperado, pensando cuándo va a aparecer una nueva banda que le guste para comprar el disco. Es donde hay más consumo de música nomás, punto.

Karloncho: En Sudamérica, creo que sólo en Chile se venden más discos en formatos así. En Argentina no vendimos ni un vinilo en las tocatas, ellos lo consideraban caro e imposible de costear en una noche donde se gastan la plata en copete.

Hablando de eso, ¿cuál fue la ruta que hicieron por Argentina y cómo fue su experiencia en la gira?

Nick: Esa fue la gran conversación del viaje, ya que a ratos no sabíamos para dónde chucha nos estábamos moviendo, ja, ja, ja.

Karloncho: Fuimos de oeste a este. Primero tocamos en Mendoza y San Juan, después descansamos un par de días en Córdoba. De ahí shows en Buenos Aires, La Plata y Rosario, luego volvimos a Córdoba a cerrar la gira con un concierto y de ahí de vuelta a Santiago. Una experiencia la raja.

Parra: Tocamos y compartimos con buenísimas bandas como Montaña Eléctrica, Ayermaniana, Knei, Nuvem Leopardo, Durazno, Moretones, Projeto Trator, Los Bluyines, IAH…

¿Qué impresiones les dejó la forma en que se mueven las bandas allá y el público que tienen?

Karloncho: Es un estilo y una escena que tienen muy marcada. Acá en Chile es más variado, pero allá los sonidos están por zonas: en Buenos Aires tienen un blues spinettesco que llevan a lugares más tripeados o pesados, pero siempre milonguero. En Córdoba está la onda más stoner y heavy. Las bandas son bien aclanadas, hacen grupos grandes de músicos que se mueven juntos, comparten salas y estudios, conviven, se habla de música.

Nick: El público de allá es mucho más motivado, eso lo comentamos harto. A la gente le gusta salir y tiene la cultura de ir al teatro, a los cafés, la música es parte de ese circuito entonces los locales se llenan.

Parra: Yo diría que acá la audiencia es más apasionada. Lo que es diferente es que ellos no se chaquetean, van a ver una banda y dicen “che, está buena esta cosa”. Acá la gente siempre busca las similitudes y si “no se parece a lo que a mí me gusta”, entonces lo descartan. Es la idiosincrasia charcha que tenemos, mientras que en Argentina se escucha con buena onda, buscan lo que les gusta en las cosas que descubren.

Ahora se vienen shows bien interesantes en su agenda de fin de año: van a abrir para Acid Mothers Temple en Santiago el 22 de noviembre y se presentarán en el Festival Fluvial en Valdivia, el 1 de diciembre.

Nick: Ese viaje a Valdivia va a estar muy bueno, iremos representando al sello Ceguera Records junto a La Blues Willis. Ya estar en esa ciudad es la raja, así que estamos ansiosos por ir a tocar.

Parra: Telonear a AMT es un honor, yo los escucho hace como 7 años, harto antes de Vago Sagrado. Tienen como 60 discos esos japos, están locos, es una hueá muy prolífica. Voy a llegar humildemente a saludar al sensei ja, ja, ja.

Karloncho: Es una comunidad de hippies japoneses que participan no sólo de la música, también hay escultores y pintores. Se pasean entre sus proyectos, son realmente creativos. La banda cambia de nombre a veces y con eso hacen estilos distintos, desde free jazz al noise, space rock, etc. Lo que están tocando ahora es más en la volada espacial.

Después empiezan el 2018 tocando en el Festival Woodstaco, donde el año pasado se presentaron en el Escenario Blesstaco.

Parra: Sí, ahora volveremos al Escenario Rock. Es un festival que se espera, me gusta la sensación de libertad que se confina dentro de los límites del respeto, sin policías, sin la maquinaria eficiente y perturbadora de los grandes festivales. Esa libertad que se genera, muy a pesar de cualquier sistema de seguridad o de vulnerabilidad, me hace sentir partícipe de una instancia especial, donde entregar la música que realizamos como grupo se vuelve un gesto de afecto y entrega, y eso es lo que buscamos como banda principalmente.

Karloncho: Aún me acuerdo de la primera vez que tocamos en el festival, en el tiempo cuando empezamos a hacer música con el Parra y el Benja, que era un batero amigo mío. Nos llamábamos Barón Samedi y nos presentamos como a las 7 de la mañana. Igual se levantó gente a vernos, nuestros amigos estaban tirados al lado del escenario, ja, ja, ja.

Ahora irán con una buena cantidad de temas bajo el brazo. ¿Cómo describirían la música que están haciendo ahora?

Parra: Los temas de ahora son más intensos, más punk. Cuando componemos le bajamos las revoluciones comparado a los shows en vivo, que es donde los temas alcanzan todo su potencial. Queremos que no sean canciones tan complejas, optamos por simplificar. Cambiamos todo el rato, eso hace que nos quedemos con lo que suena bien y no con lo que nos acomoda.

Karloncho: Habrá más matices, de hecho faltan un par de temas con los que pretendemos ampliar el espectro. No lo veo tan simple como el Parra, pero tampoco se trata de hacer cosas complicadas. Porque al final, ¿qué es esto? ¿post punk, avant garde, dark wave? Ni idea.

Parra: Es nuestro estilo nomás, que sea raro. Que no suene ni feliz ni triste ya que uno no decide el sentimiento, tiene que hacerte sentir incómodo y es lo que busco en nuestro sonido.

Además, han compartido escenario con bandas bien distintas sonoramente hablando, no están encadenados a un circuito cerrado…

Karloncho: Hay que ser menos pretenciosos e intentar ver al compañero más allá de la música que hace. Hemos tocado con bandas de todos los estilos, lo pasamos la raja y nos cagamos de risa respetándonos siempre. Con el Festín Sagital tenemos buenísima onda, igual con El Purpurado de Charol, The Ganjas, Wild Parade…

Nick: Encuentro la raja tener la posibilidad de tocar con bandas de distintos géneros, además siempre tenemos buena recepción. Tocamos con Fiskales Ad Hok y todo bien, probablemente los punks no serán fans de nosotros, pero sí le encuentran sentido a nuestra música y podría llegar a gustarles. Eso nos ha dado el respeto de distintos mundos.

Karloncho: Sin pertenecer a ninguno.

Parra: Lo veo como en los noventas tenías a Sonic Youth, Dinosaur Jr. y Nirvana girando juntos. Tiene que ver más con una ética de trabajo que con la similitud del sonido, algo que se canaliza y hace click, te emociona aunque sea música que no te gusta totalmente.

Nick: Para los que les gusta el stoner, somos demasiado suaves o shoegaze. Para los shoegaze, somos demasiado stoner. Y están nuestras letras recitadas que tampoco caen bien a todos. Al final no nos encontramos en un punto determinado y eso nos da mucha libertad. Podemos hacer la música que nos gusta.

Este artículo ha sido visitado 650 veces, de las cuales 1 han sido hoy