Negative Ør Nothing «Void» (2024)
espera un momento...

Negative Ør Nothing «Void»  (2024)

Negative Ør Nothing «Void» (2024)

lunes 12 de agosto, 2024

Este artículo ha sido visitado 43 veces, de las cuales 1 han sido hoy

Escrito por: Equipo SO

  • ¡Haz clic para puntuar esta entrada!
    (Votos: 2 Promedio: 5)

Por Claudio Miranda

Durante poco más de quince años, Negative Ør Nothing ha forjado una rúbrica que hermana lo abstracto con el vacío mental. La angustia que provoca el peso de nuestra existencia ha sido traducida en un catálogo marcado por las atmósferas espesas y las voces de angustia y lamento, las cuales se infiltran por los espacios que dejan sus capas de distorsión y ruido de ultratumba. Sus LPs «Non Metuit Mortem, Qui Scit Contemnere Vitam» (2015) y «Drowned» (2020) son fotografías en blanco y negro de un propósito que reniega de toda intención o mensaje optimista. Hay un buen gusto en las armonías que va de la mano con un sentimiento de tortura y sufrimiento lacerantes. Es lo que define a Negative Ør Nothing en su esencia, naciendo en el black metal suicida/depresivo, y creciendo hasta madurar y concebir su propio ecosistema de pérdida y lamento.

Lo que se fructifica en «Drowned», Negative Ør Nothing quiere llevarlo al siguiente nivel sin transar un ápice de su aluvión de negación. Y es así como nos encontramos con «Vøid», un trabajo de reducida duración respecto a sus hermanos mayores. Son quince minutos y medio, lo justo y necesario para sentir y distinguir una esencia incorruptible. Y no es un trabajo compuesto por 6 u 8 piezas, sino apenas dos. Por ende, hay un desafío mayo tanto para sus creadores como para el oyente, sea un iniciado o un novato. Y es que hablamos de una agrupación que se basta con lo mínimo en recursos para desplegar al máximo su propia visión de un mundo condenado a desaparecer.

El material que compone «Vøid» data de material inédito y escrito durante los días posteriores al demo «Introspections» (2011), así como un proyecto paralelo que, a pesar de su corta vida, dejó un legado para el futuro, el momento actual de Negative Ør Nothing. Son esos «recuerdos» enterrados bajo la arena del tiempo -o el olvido- los que le dan razón al nombre del EP. Hay un vacío, un elemento por la superficie del mundo exterior. Un conjunto de ideas descartadas en el pasado, y que hoy adquieren una dimensión real, una razón de ser sin cuestionamiento alguno. Es cosa de observar la portada del álbum, la ventana de una mazmorra desenfocada, donde la poca luz que entra en el día, en la noche se transforma en el fantasma de una salida que jamás hubo. Es la visión resignada de quien ve el exterior como una utopía mientras se consume en su propia miseria.

La pieza que inaugura el descenso hacia la oscuridad humana, «Sorrow Brings Forth», amanece como si alguien esperara su hora fatal. Es la imagen del destino que nos persigue hasta alcanzarnos, del reloj cuyas agujas giran hacia el tiempo de la sentencia. El tiempo de la lapidación y el castigo implacable, con la intensidad disminuyendo solamente para respirar antes del descenso hacia los infiernos sin posibilidad de subida. En el plano musical, resulta notable el paso del black metal cavernoso con tintes crust hacia un pasaje más tenue pero no por ello menos espeso. Es lo que produce el dolor, el desgarro de la amargura y la paz de la resignación ante la fatalidad del diario morir.

La segunda y última estación, «Devoid Self», destaca por la enormidad de su vorágine. No deja de ser llamativo que su origen radique en tres piezas compuestas para un proyecto que jamás llegó a puerto, porque el resultado final es propio de una dirección progresiva hasta cierto punto. A la antigua, pegando (literalmente) aquellas piezas en un distintivo que explora los nueve círculos del infierno, hasta el recoveco más subyacente. Es aquí donde se manifiesta Negative Ør Nothing en su estampa más grandilocuente y soberbia, con el vacío existencial gravitando en la música como una causa por la cual vivir años y siglos de agonía. No exageramos al hablar de un desequilibrio que muchos buscan obtener y pocos lo logran con éxito. Te hace sentir tan pequeño como enorme, y en ambos estados de ánimo el trazo de introspección se extiende hasta lo más recóndito de nuestra penumbra espiritual.

Para los iniciados en el género, las huellas de Leviathan, Silencer, Shining en su etapa primigenia y los primeros trabajos de Forgotten Tomb, son reconocibles a lo largo de los ¿apenas? 15 minutos de descenso sin vuelta a la superficie. Las múltiples capas de polución sónica no solamente ejercen de ropaje, sino que le brindan a la música un hedor que disipa toda señal de placer. Entre la fuerza del dolor y el vacío del yo desde su concepción, Negative Ør Nothing nos brinda un trabajo acotado y gigante. Lo primero por el poco tiempo de duración respecto a sus dos LPs, en especial «Drowned», el disco que terminó forjando su personalidad. Y gigante por el mismo vacío que motiva a un puñado de personas, como tú y yo, a llenarlo mediante lo que de verdad nos valida ante la ruindad de nuestro entorno.

 

Este artículo ha sido visitado 43 veces, de las cuales 1 han sido hoy

Otros artículos del mismo autor