Tryo – Suramérica (2023)espera un momento...
lunes 11 de diciembre, 2023
Escrito por: Equipo SO
Por Francisco Quevedo.
Muchas veces he aludido a la gratificación que produce el hecho de que una banda “veterana” publique nuevo material. Tryo cumple con esto. Sin estridencias, sin fuegos artificiales, sin apariciones rimbombantes en prensa. Pero siguen, por suerte.
“Suramérica” es la nueva entrega, esta vez en clave de quinteto. La temática apunta a la naturaleza y los espíritus de esta incombustible tierra americana, tan generosa e inspiradora de trabajos de otras bandas. La pista homónima es una buena sinopsis de lo que persigue el grupo, todo logrado con naturalidad y fluyendo sin contratiempos. Abro paréntesis. Creo que siempre es algo destacable recordar que estos discos gozan de músicos con un gran nivel técnico y de interpretación. Este elemento es sano ponerlo sobre la mesa ya que suele darse por descontado. No señores, siempre es bueno recordar que detrás de estos álbumes hay músicos de notable nivel y, no olvidar, técnicos y productores que también aportan. Cierro paréntesis.
Volvamos a la música. La sociedad teclado-guitarra sale a relucir en varios pasajes del álbum, cuestión que realza la naturalidad de las composiciones. En “Canoeros Celestes” el “volveremos, volveremos” funciona bien como gancho inmediato; atrapante. En una primera repasada del disco, es una de los instantes que más queda grabado en la “malla mental”. La esencia del sonido andino está plasmada en el inicio de “Nómades”, la obra más extensa de la placa. La sección instrumental de casi tres minutos evoca no sólo lo andino sino también esa esencia de lo progresivo, logrado con distinción. Esta fusión entre lo “pesado” y lo “folclórico” es de los tramos mejor logrados en los casi 51 minutos de viaje. La tercera pista es uno de los puntos altos.
Tras el puente sonoro generado por “Orillas”, volvemos a los cortes más extensos: “La Huida” y “Danza Rebelde”. En ellas, Tryo saca a relucir la chapa de fusión entre rock y sonidos andinos llevando la combinación a cimas siderales. La primera tiene todos los elementos: potentes pasajes, sección introspectiva, potentes pasajes…combo que se traduce en más de 7 minutos portentosos. La segunda sigue la misma tónica, pero con algunas variantes dentro del estilo, cuestión que enriquece la propuesta. Decisión, calma, decisión, calma, en un diálogo espontáneo resultando otra canción de más de 7 minutos. Entre ambas, conforman uno de los bloques mejor logrados del álbum. Y eso no es poco decir.
Y como suele suceder, tras dos megalodones sónicos, bien viene una pieza más reposada para bajar los decibeles. En este caso, “La Unión” es la encargada de cumplir ese rol. Un piano evocador es más que suficiente para alcanzar el objetivo. “Elementos” nos pone en ruta de nuevo. Despega y se establece flotando entre el rock y el folclore, pero sin llegar a las alturas de piezas anteriores (en el sentido de la potencia, no de la calidad). Sin embargo, es otro de los tracks a tener en consideración.
“Trascender” es la última estación, aludiendo al disco “Alturas de Mucchu Picchu” de Los Jaivas, en especial a “Del Aire al Aire” y “Final”. Un cierre así es bastante simbólico ya que disminuye las revoluciones al mínimo y aterriza el álbum.
“Suramérica” es un buen trabajo y Tryo confirma toda la calidad que tuvieron, tienen y tendrán. Gran viaje cósmico, a todas luces recomendable para que sus fanáticos sigan con el deleite y para quienes no los conocen abran la puerta al universo astral de Tryo. Si Tryo fuese un atleta, habría logrado podio de todas maneras.
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