«Balls to the Wall»: Para la gente y por la gente
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«Balls to the Wall»: Para la gente y por la gente

«Balls to the Wall»: Para la gente y por la gente

miércoles 13 de noviembre, 2024

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Escrito por: Equipo SO

Por Claudio Miranda

Foto Rodrigo Damiani @SonidosOcultos

“Dedicamos este trabajo a toda la gente de este mundo, a una mayoría desconocida que tiene los mismos problemas, los mismos sueños y los mismos derechos que tú o yo”. Así rezaba el texto impreso en la contraportada del vinilo «Balls To The Wall» (1983), el quinto largaduración de Accept, por lejos la banda más importante del heavy metal alemán. Posiblemente, la única banda no británica con méritos para completar el podio integrado por los sempiternos Judas Priest y Iron Maiden, siempre que hablemos del heavy metal de los ’80s, el de la tradición y su etapa dorada. Nombres fijos por la huella que dejaron con sus respectivas identidades, todos definiendo el estilo desde la personalidad y el impulso. Cuando el heavy metal se convirtió en un fenómeno global.

El texto en cuestión no fue puesto al azar. De hecho, y por muy insólito que parezca hoy después de 40 años, los sectores con mentalidad retrógrada en el mundo -sobretodo en EE.UU- pusieron el grito en el cielo y le achacaron al disco una supuesta promoción de la homosexualidad. Tal cual, desde la imagen sadomasoquista en la portada, hasta el contenido de su repertorio. Una imagen provocativa, pero que en realidad dejaba en claro dos principios elementales: la estética «cuero-tachas» del verdadero heavy metal, y un contenido sonoro que proyectaba la descomunal energía que Accept le inyectaba al género. En cuanto a las letras, el pseudónimo «Deaffy» que aparece en los créditos fue el que adoptó Gaby Hauke, la mánager y esposa del guitarrista y líder Wolf Hoffmann. Letras que el cantante Udo Dirkschneider, el «pequeño gigante alemán», entonaría con su inconfundible distintivo gutural. No se puede entender el auge del thrash metal en Alemania sin Accept, a todo esto.

«Balls to the Wall», el disco, arranca con «Balls to the Wall», la canción. Un mensaje que denota el interés por la política y los derechos humanos. Las coincidencias no existen; Alemania en esos años estaba dividida en dos bloques, con el Muro de Berlín simbolizando uno de los períodos más turbulentos en la historia mundial. Accept, al igual que sus compatriotas de Scorpions, anhelan convertirse en músicos para escapar de aquella realidad agreste, pero a su manera. Tocando un heavy metal de temple sólido y marcial, siempre en plan de ataque, con un murallón de riffs asesinos y solos de guitarra con influencia clásica. Pero a nivel de letras, y así como en sus producciones anteriores estaban enfocadas en los tópicos hoy comunes dentro del género, «Balls to the Wall» expuso la honestidad de una agrupación que tenía algo que decir. No era solamente compartir el mismo ecosistema que Priest o Maiden, sino marcar la diferencia apelando a lo que ocurre en un mundo donde los oprimidos deben lidiar con la represión y el poder de unos pocos. El heavy metal, en pocas palabras, es música de la gente y para la gente.

Solamente enfocándonos en el track titular, «Balls to the Wall» lo tiene todo, y no solamente un riff principal destinado a la inmortalidad. Los coros en modo «ejército alemán», el ritmo de marcha militar a la velocidad necesaria para descargar todo su arsenal de metal puro. Una letra que Udo canta como un defensor de los derechos humanos que incentiva a la resistencia de una mayoría contra la dictadura del verdadero enemigo. Algo que en Chile al menos sabemos de qué se trata, al punto de haberlo vivido durante 17 años. «Demasiados esclavos en este mundo, mueren por tortura y dolor / Creen que los esclavos siempre pierden, y este miedo los mantiene abajo». Oprimido y opresor cara a cara, un retrato de las sociedades que se rigen bajo el poder totalitario, sea de derecha o de izquierda. Hasta que los oprimidos deciden romper sus cadenas, para lanzar esferas de hierro contra el muro del poder. Y por muy cliché que suene, el recordado videoclip de esta canción es claro respecto a la importancia del heavy metal, la música en tiempos de crisis y represión.

«Balls To The Wall», la canción, resume la esencia de «Balls To The Wall», el disco que le valió a Accept inscribir su nombre en el mapa del rock en el mundo. Había algo que decir, algo que denunciar cuando la necesidad y la injusticia apremian. «Un día los torturados se levantarán y se rebelarán contra el mal / Te harán beber tu sangre y te harán pedazos». Una constante en la historia del mundo, tanto en al revisión de acontecimientos como la Revolución Francesa como prediciendo entonces lo que será la caída del Muro de Berlín (1990, 7 años después del lanzamiento del disco). Porque si algo está probado en la historia, es que no hay nada más peligroso que una masa que sufre la represión y termina explotando como una olla a presión. Es el resultado de la injusticia y las políticas dictatoriales. Lo que ocurre en Venezuela, ahora en EE.UU. con la nueva llegada de Donald Trump, las políticas trastocadas de Javier Milei en Argentina. Ejemplos actuales, quizás no muy distintos a las dictaduras latinoamericanas durante los 70s-80s, salvo en la forma en que llegaron al poder.

En alguna siguiente ocasión le dedicaremos más tiempo al disco por completo. Lo cierto es que cuando el heavy metal abrazaba la fantasía, lo provocativo, la literatura, los cómics y la ciencia ficción, Accept se sacó un himno de lucha y resistencia para la gente y por la gente. Puede que parezca imposible o una utopía, pero si algo nos gusta del heavy metal, es que nos permite asegurarnos de que algún día los marginales de los marginales, en Chile y el mundo, romperemos las cadenas que nos atan y haremos explotar una bomba en el culo de todos. Recién ahí veremos la señal de nuestra victoria.

 

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