El debut de Imminence en Chile: una misa de sombras y redenciónespera un momento...
martes 30 de septiembre, 2025
Escrito por: Equipo SO
Por Lukas Arias
Fotos Rodrigo Damiani @SonidosOcultos
La noche del domingo 28 de septiembre quedará marcada como el esperado debut de Imminence en nuestro país. Los suecos, reconocidos por su propuesta de metalcore con tintes sinfónicos, desplegaron un espectáculo cargado de fuerza, melancolía y una teatralidad que conquistó al Teatro Cariola de principio a fin.
La jornada abrió con los nacionales Defragment, quienes, con más de ocho años de trayectoria y dos EPs editados, hicieron estremecer el recinto con su death metal de toques grindcore, evocando la crudeza de bandas como Napalm Death. Su repertorio, centrado en sus dos trabajos publicados, demostró que la agrupación se encuentra en plena forma, entregando un show intenso y directo.
Más tarde fue el turno de All Tomorrows, una de las agrupaciones más respetadas de la escena local. Liderados por Pepe Lastarria, ofrecieron media hora de virtuosismo técnico, con temas de su más reciente placa At the Shadow of the Andes, además de cortes de su discografía anterior. Con un público que respondió con saltos y ovaciones, la banda reafirmó por qué se ha consolidado como uno de los nombres más sólidos del metal chileno, con experiencia previa como teloneros de agrupaciones del calibre de Meshuggah.
A las 21:00 en punto, las luces se apagaron e Imminence irrumpió en escena al ritmo de Temptation. Si bien la recepción inicial fue algo contenida, el ambiente explotó con Desolation, que encendió los primeros circle pits y el desborde de energía en la cancha. Desde ahí, el show tomó una fuerza imparable.
El carisma y desplante de Eddie Berg, vocalista y violinista, se robaron la atención. Coreado en múltiples ocasiones por los fanáticos, el músico desplegó una presencia magnética, equilibrando brutalidad vocal con pasajes melódicos que reforzaron la propuesta sinfónica de la banda.
El repertorio se centró en The Black (2024), álbum que encontró eco inmediato en el público, coreando cada canción con devoción. “Por fin estamos aquí”, expresó Eddie, visiblemente emocionado por el recibimiento. La respuesta fue un Teatro Cariola que, entre cánticos de “¡Imminence! ¡Imminence!”, pedía sin cesar una canción más.
El cierre llegó con The Black, tema homónimo que consolidó la velada como un debut inolvidable. Antes de despedirse, Berg prometió: “No podemos esperar a regresar pronto”, frase que selló la complicidad entre banda y audiencia.
Imminence dejó claro en su primera visita que es una de las propuestas más sólidas y virtuosas del metalcore contemporáneo, entregando un espectáculo que desbordó técnica, emoción y conexión con sus seguidores chilenos.
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