Escrito por: Equipo SO

• Camila Moreno
• Sinceridad pura
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Una joven promesa de la música chilena, que dio sus primeros pasos en el colegio en una búsqueda de plasmar su mensaje, fue así que conformó varios conjuntos en este tiempo, como también el dúo Caramelitus junto a Tomás Preuss en el año 2006. Pero había algo que faltaba, su debut como solista, el cual se fue desarrollando un año después y con la ayuda posterior de artistas como Chinoy, en el 2008, compartiendo escenario, y Nano Stern en el Festival del Huaso de Olmué (2010).

Es así como esta muchacha de apariencia muy sutil rompe con el esquema de mujercita, porque basta sólo escuchar sus letras y esta imagen desaparece. Camila Moreno no se guarda nada, siempre tiene algo que decir y no le importa si es que alguien la va a escuchar o no, simplemente se para en el escenario y canta. El que sigue su mensaje vibrará con sus canciones y el que es reacio poco a poco se emparará de la energía de estas.

No es extraño encontrar vitalidad y fuerza en sus melodías y letras, como también pasar de la euforia a la melancolía mientras escuchamos sus acordes. Es eso justamente lo que nos presenta en esta ocasión Camila Moreno, con su disco “Sujetándome las palabras”, una gran metáfora de todo lo que callamos en el día a día, una crítica formal de lo que no somos capaces de decir.

Y claramente, como decíamos con anterioridad, ella no callará, “Ellos dicen ser buenos, reparten pastillas” dice en su octavo tema (Millones), hablando fuerte y claro de las injusticias económica-sociales que se generan en nuestro país, y no sólo en él sino en el mundo entero. Haciendo referencia a una especie de lavado de cerebro generalizado que nos nubla de todos los “trucos” políticos en los cuales estamos viviendo.

Pero Camila no se queda sólo en la crítica, sino que es capaz de interiorizar en sus emociones más naturales como lo es el amor, así lo demuestra en “Hechizada Pericona”, donde indaga en las sensaciones que provoca un hombre traicionero, ajustando las melodías y tempos a una ronda infantil que demuestra la inocencia de los sentimientos experimentados.

Que más se puede decir de una cantante y compositora como Camila Moreno, que además de ser una artista integral, tiene un futuro prometedor y al parecer exquisito y amplio de conciencia en lo que respecta a los beneficios del ser humano y el ambiente, transmitiendo sin pelos en la lengua lo que piensa y siente, siempre con su guitarra acústica y sonidos folclóricos, y haciendo de las críticas y comentarios un trozo de belleza musical, que por lo demás nos susurra una esperanza de vivir mejor.