Havalina – Maquinaria (2023)espera un momento...
martes 11 de abril, 2023
Escrito por: Equipo SO
Por Francisco Quevedo
Grata sorpresa fue la que me llevé al dar play al disco “Maquinaria” de la banda española Havalina. Desconocida hasta ese minuto para este escribano, la propuesta resultó ser una experiencia agradable, al punto de anotar como ítem pendiente la revisión de sus discos anteriores.
Antes del citado play, revisé algo de la historia del grupo y supe que “Maquinaria” rompió con un silencio discográfico y que fue calificado como un gran regreso. Y, en efecto, es así. Ya sea el primer acercamiento a la banda o la crítica venga de alguien más conocedor de la discografía de los españoles, la percepción, estimo, no debería variar mucho, puesto que es un disco muy bien logrado, capaz de satisfacer diversos gustos y quedar en la malla cerebral de muchos.
Una de las primeras ideas que surgieron mientras escuchaba el disco es que “Maquinaria” se podría describir como un árbol. Y la explicación ante tal expresión es que cada track podría ser una rama de ese árbol, el que se muestra como robusto cual roble frente a los oídos (¿u ojos?) y, por que no decirlo, mente de quien quiere detenerse a mirarlo (o escucharlo).
El disco es rico en sonidos, no escatima en ofrecer un nutrido menú musical, factor que en estos tiempos es gratificante. Así, si la canción homónima que abre los fuegos es un corte con claras inclinaciones stoner (Queens of the Stone Age o incluso al mejor Kyuss) las que siguen -entre “Robótica y Salmo Destrucción”– incluyen referencias a otros sonidos como The Cure o Depeche Mode. Es en esta riqueza donde la analogía de las ramas del árbol cobra mayor valor.
Desde “Arsenal”, el álbum (o viaje) se torna más oscuro y denso, pero sin perder en nada su fuerza. Cortes como “La Rueda” son claras alusiones al sonido del bueno de Trent Reznor (Nine Inch Nails). Nuevamente se viene a la mente el concepto del “árbol”, aunque sea un tanto majadero repetirlo una y otra vez. Las temáticas tratadas en el disco apuntan hacia el futuro, la industrialización del hombre y con una clara atmósfera coloreada de ciencia ficción. La nave comandada por Manuel Cabezalí da muestras de solidez canción tras canción.
“Himno N°9” es la pista más tranquila del álbum, pero que siempre debe decir presente. Un oasis en medio de todo este engranaje propuesto por los españoles. Si es que lo vemos desde la perspectiva de la analogía del árbol, este sería ese lugar en el árbol en donde se puede descansar entre las ramas. En este tramo del viaje, puede aludirse un poco a la desolación, pero nunca es malo agregar una pizca dentro de la olla. “Naciente” es la canción que termina todo, y es, además, la canción más larga de “Maquinaria”. Es, también, la que deja la puerta abierta de cara hacia el futuro, en especial por ese final en la más absoluta tranquilidad.
“Maquinaria” fue una grata experiencia, no dieron ganas de apretar el pausa, porque el disco vuela raudo sin darle siquiera la mínima opción al aburrimiento. Llegar a la cima de este árbol no es difícil, a diferencia de otros miles de árboles que no se dejan explorar o peor, te dan ganas de abandonar cuando vas en la mitad.
Bien por Havalina.
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