Un clan que no para de crecer

Escrito por: Equipo SO

LosTetas 15 años Bar El Clan Estuvimos presentes en la celebración del mítico bar El Clan que durante sus 15 años ha sido y seguirá siendo un refugio de exposición de la música nacional. La fiesta se vivió en el Teatro La Cúpula y agrupó a destacadas bandas y djs del medio local.

Eran las 21:00 y el recinto de Parque O’higgins comenzaba a llenarse de a poco. La previa de los shows musicales estuvo a cargo de los humoristas Natalia Valdebenito en primer lugar, y luego, Mauricio Palma quienes tuvieron la dura labor de animar al poco público que había llegado al teatro en ese momento. Sin embargo, esto no hizo decaer el ánimo de los humoristas si no que los instó a realizar con mayor actitud su espectáculo. Valdebenito bajó del escenario y realizó su stand up frente al púbico que había en ese momento. Su esfuerzo se vio recompensado con fuertes aplausos y risas de la gente. Un excelente comienzo para lo que vendría.

A las 22:30 salió a escena Pedro Piedra. De inmediato el público se puso de pie para llegar a la reja y ver de frente al artista. La fanaticada cantó la mayoría de sus canciones al pie de la letra. Eso generó que la banda se sintiera cómoda sobre el escenario y con un sonido impecable desplegaron todos los hits que han hecho conocido al proyecto solita de Pedro Subercaseaux. El artista conjuga momentos de tranquilidad como `inteligencia dormida’ con canciones energéticas y pegajosas como ‘para ti’. El único percance fue la caída accidental que sufrió el bajo eléctrico de la banda que según la información que nos otorgó el cantante, “se hizo pico”, pero más allá de eso, fue una correcta presentación.

Tras finalizar el show, era el momento preciso para deambular por el espacio y visitar los otros ambientes donde al ritmo de diferentes djs también se armaba la fiesta. Ya comenzaba a llegar más gente. De golpe en el escenario principal se comenzaba a vivir un nuevo asesinato de la Operación Cómo Asesinar a Felipes. El público miraba hipnotizado la presentación del quinteto que hace rato ya se planta en cualquier escenario, nacional o internacional, con un fiato y sonido arrollador. Al ritmo de “III” de su última placa, “v”, se agitaban las cabezas que al final de esta, y cada canción que tocaron, correspondieron a la banda con un gran aplauso. La banda terminó despidiéndose con su canción “Dale” con una gran improvisación en sintetizador de Gabo Paillao. En pocas palabras “esta música nos mata”.

Lo llamativo de este evento es que fue capaz de juntar en un mismo escenario a diversas expresiones musicales. Después de haber vivido un momento intenso de experimentación sonora a manos de CAF venía el turno de la Banda Conmoción. La atención de todos estaba puesta en un escenario poblado de micrófonos que esperaban a sus intérpretes. De súbito la banda ingresó entremedio de público por una puerta trasera. Desde ese momento la Cúpula se entregó al carnaval. En aquel instante el recinto ya se encontraba casi al borde de su capacidad. La gente acompañó a la banda en cada una de sus canciones saltando, bailando, aplaudiendo, lo cual generó una conexión que potenció el show aún más.
Tras el jolgorio del “sonido esencial” de la conmoción la gente abandonó el escenario principal para abastecerse de alguna que otra bebida o fumar alguno que otro cigarro con o sin filtro. Tras esta pausa arribaron Los Tetas al escenario. Veinte años en la música se hacen evidentes al ver a estos exponentes del funk chileno que con un show de memoria, repleto de éxitos, demuestran el excelente momento en el que se encuentran después de haber vuelto a los escenarios. Tea- time, muy histriónico como de costumbre, señaló que aquel día había estado plagado de música. El rapero, muy contento, dijo que sólo en esa mañana grabaron cuatro nuevos temas de su próximo disco. Tras tamaña noticia no quedaba más que disfrutar al ritmo del Rulo y C-funk que en sus respectivos instrumentos demostraron, como hace rato, un dominio excepcional. Si bien, al comienzo del show, gran parte del público se encontraba afuera descansando del carnaval otorgado por la Conmoción, al final el recinto terminó lleno de voces coreando al trio.

Sin duda aquel debe haber sido el mejor lugar para ir a carretear el fin de semana pasado. La buena noticia es que El Clan sigue con sus puertas abiertas y con muchas tocatas por delante. Bien por la música, bien por el Clan. Felices quince años.

Fotos: Dani Retamales

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