Tortuganónima en los Sistemas Inestables de una Habitación Temporalespera un momento...
lunes 16 de abril, 2018
Escrito por: RodForChoice
Abre la noche un dúo oculto que se sumó en última instancia. Habitación Temporal parte con una veintena de asistentes en La Batuta, pero no fue impedimento para un público envuelto en una capa sonora tenue que llama a la introspección. Un aperitivo electrónico interesante en el que lamentablemente no hubo oportunidad de ver la presentación completa. Los horarios en el recinto difícilmente son respetados, no lo hace el local y tampoco el público.
Pito break para la segunda banda de la fecha. Una exposición más depurada de lo que hoy llaman «Math rock», si es que se pretende poner énfasis en las etiquetas. Exhibición de sistemas que invitan a una vibración constante entre pausas que dosifican y saturan emociones, paseando entre la intensidad de las máquinas y la pasividad de la calma entre las secciones de sus temas. Una presentación de un setlist atractivo que perfectamente se puede interpretar como una experiencia musical íntegra, un track largo que atrapa.
Acompañados por la mayor convocatoria de la jornada, transmiten una fuente de energía con métricas tridimensionales. A ratos hay matices rockeros que transitan sobre paisajes propios que otorga la disolución de la perspectiva matemática, una que han construido entre composiciones con espacios abiertos a la improvisación, una arquitectura melódica que denota un trabajo serio y atractivo para el nuevo auditor.
La inestabilidad logra encontrar un sustento en la expresividad sonora. Soltura asistemática propia de un trinomio que surge desde la multidisciplinariedad de los individuos. Cuando se está frente a una propuesta sólida y elegante pasan desapercibidas las imperfecciones. Buen manejo de las dinámicas y buena comunicación con la gente. Feliz cumpleaños Sistemas Inestables, una banda que no debería estar oculta.
Cierra Tortuganónima. La versión más cruda de una materia que perfectamente podría estar en algún capítulo de un libro del profesor Bertsimas. A primeras, escuchas la optimización de los recursos con una materia prima noise desde la esencia post rock. A medida que avanza, sus derivadas calculan sonoridades que obligan a mover los cuerpos. Un tetraedro a la cuarta potencia, tangente del sello Le Rock Psicophonique que propone un conjunto de bandas que vale la pena conocer.
Todos los espectáculos estuvieron a cargo de la misma producción. Las luces fueron pensadas en cada presentación y hubo un equipo multitask que lograba repartir y cubrir las necesidades según la eventualidad de cada banda. Colaboración que consigue un resultado muy superior en las fechas que organizan, por eso era fácil ver a un músico en el rol de roadie, iluminador, sonidista o incluso tras una cámara. Antes o después de salir a escena, era una colectivo de personas facilitando los resultados.
La música en vivo siempre cuenta con formato de salida siempre se preocupa de coincidir con las visuales o, en este caso, en las luces y sombras. Los tortuga se acoplan a esta visión y consiguen el show más dinámico de la noche. La manera en que hacen su música se contagia hasta una audiencia fiel, una que es capaz de tararear sus composiciones y la energía no amainó a pesar de que muchos se retiraron antes de que comenzaran. Conducta constante de aquellos que no son capaces de quedarse a ver todas las presentaciones.
El Show pareció corto, pero fue bueno y quedan ganas de más. No hubo mayores dificultades técnicas para una banda que está preparando su próxima gira por Europa, rumbo al Dunk Festival en Bélgica a fines de este mes. No sin antes despedirse en el Bar de Rene en la próxima fecha de #SonidosOcultos junto a Yanequen, el próximo 25 de abril (evento aquí).
Fotos por: Seba Umaña
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