Tenemos Explosivos: «Hay que destruir para construir»
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Tenemos Explosivos: «Hay que destruir para construir»

Tenemos Explosivos: «Hay que destruir para construir»

lunes 11 de mayo, 2015

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Escrito por: Matías Salazar Barrera

Tenemos Explosivos: www.sonidosocultos.comLa noche del jueves 7 de mayo tenía interesantes propuestas musicales. Mientras Niño Cohete y Jumper Joy hacían lo suyo en Casa Ballantines, La Bestia de Gevaudan y Tenemos Explosivos nos invitaban a una jornada que tenía como centro de atención el lanzamiento del nuevo disco de estos últimos, fruto de un “experimento transoceánico” luego que su vocalista Eduardo Pavez se estableció en Alemania. En ese contexto, cada tocata de los explosivos es sobre todo, un momento único al que se debe asistir, más aún si son acompañados por la Bestia de Gevaudan, quienes en el último tiempo también han reducido sus presentaciones en público, de cara al próximo lanzamiento de su nuevo disco, del cual esperamos poder hablar en un futuro cercano. Sencillamente, las expectativas eran altas y el cartel de lujo.

bestia gavaudanAnte un público que repletó la Batuta, a las 23:25, La Bestia de Gevaudan abre los fuegos, cuando Alonso (Bustamante) comienza a marcar con precisión quirúrgica los beats que dieron pie a Diego (Yañez) quien con su guitarra, los múltiples efectos y las bases completó el ensamble del Leviatán que nos sumergió por cerca de una hora por un viaje onírico plagado de sensaciones difíciles de explicar. Y es que ¿acaso es fácil explicar los sueños?, porque eso es lo que la banda entregó al respetable; un vortex onírico donde la destrucción es la vía para crear algo nuevo. Tal vez lo vivido con la presentación del dueto pueda ser retratado en los rostros del público asistente, quienes observaban ensimismados cada acorde, cada golpe, cada grito, pero la descripción claramente se quedará corta, y es que la Bestia de Gevaudan ofreció la cara bella del caos, fruto de una ejecución compleja y ritmos al borde de lo tribal, con un mensaje crudo, sin edulcorantes, y el empleo magistral de bases pregrabadas y loops envolventes que sólo aportaban a la sensación de presenciar la caída de los ángeles malditos.

bestia (9)El único punto bajo de la presentación radicó en la ecualización a la hora de usar las voces limpias, que se aprestan como el nuevo elemento en la paleta de sonidos de la banda, donde las armonías vienen a matizar la furia a la que La Bestia nos tiene acostumbrados. Ciertamente es una herramienta importantísima, y estamos seguros que a medida que vayan tocando más los temas nuevos en vivo, esas fallas técnicas van a ir desapareciendo. Sin embargo, estas no empañaron mayormente el show, el que completó sólidamente las expectativas.

Terminada la presentación, se rompe la tregua, y Tenemos Explosivos, la agrupación que ha vencido a la distancia, se sube al escenario para darnos un set que marcó el debut de su nueva placa “La Virgen de los mataderos”, el cual ya habían tenido la oportunidad de presentar en un show “sorpresa” en el Bar Uno durante la última tanda de tocatas que la banda realizó el año pasado. Es así como, de una manera sólo explicable por la devoción que su fanaticada les tiene, y a pocos días de la liberación del disco vía streaming, los temas nuevos eran coreados como viejos clásicos, demostrando la necesidad de contar urgentemente con los explosivos de rigor para seguir dando cara, cuando los estandartes parecieran caer. Derrumbe y Celebración, así como La Virgen de los Mataderos, actuaron como catalizadores de la energía que sólo este quinteto puede invocar en sus presentaciones en vivo, con una Matías Acuña que brilla con colores propios, llevando el peso rítmico de una banda que manejó los momentos con maestría sin importar que Álvaro Urrea -el rockstar de la noche- cortara cuerdas, o que el micrófono de Eduardo dejara de sonar en algunos instantes. Todo lo que importó fue estar ahí y compartir.

Los problemas técnicos se enfrentaron con oficio, y dieron incluso la oportunidad de que “La viuda de Namir” sonara únicamente con la voz de Eduardo y la guitarra de René (Sánchez) y, además, el dueto tributara casi en su totalidad el clásico de Deftones “Be quiet and drive (far away)”, mientras que Juan José (Sánchez) y Pablo Martínez (All Tomorrows), le ponían nuevas cuerdas al bajo de Álvaro. Máquinas.

tenemos explosivos (17)Quienes tuvimos el privilegio de asistir esa noche, presenciamos dos tocatas en una, y no una fecha con una banda principal y una banda de soporte. La atmósfera creada por ambas agrupaciones fue tan distinta, a la par que la química con el público fue tan íntima en ambas, que sólo se puede agradecer a los músicos que a pura autogestión han levantado una pequeña escena que esperamos continué con nuevas agrupaciones, y por qué no, con el retorno de viejos estandartes, como más de uno soñó y espetó al ver por el recinto de Ñuñoa a Matías, Pablo y Chino, 3/4 de la mítica y añorada banda HUMANA, desaparecida ya hace unos años. Ciertamente, esa noche dio para soñar en más de un sentido, viéndose los brotes de una era fértil de sonidos y público dispuesto a escucharlos y a apoyar.

Fotos: Vicente Hraste.

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