Mujercitas Terror: “El capricho es ley”
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Mujercitas Terror: “El capricho es ley”

Mujercitas Terror: “El capricho es ley”

jueves 17 de octubre, 2019

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Escrito por: Lucas Canalda

La banda argentina Mujercitas Terror acaba de editar su nuevo disco “Oscura sala de la visión”. Desde Buenos Aires, el trío se adentra en el nuevo trabajo y repasa parte de su historia como banda independiente.

Para describir su sonido, en su cuenta de Bandcamp se leen tags como punk, dark, noise, post punk, entre otras. Ir más allá de las etiquetas sencillas sería decir que Mujercitas Terror es un trío magnético que combina las atmósferas viciadas del post punk con un imaginario de enfants terribles y altas dosis de guitarras rabiosas y una batería frenética. Las voces, una de las claves de su sonido hiper personal, son una armonía onírica lánguida que atrae de manera irremediable a las almas sensibles que deambulan buscando compinches para hacer fuego de este mundo.
Mujercitas Terror tiene una virtud de la que pueden presumir un mínimo porcentaje de bandas de rock en la historia: la primera vez que los escuchaste o experimentaste en vivo es inolvidable. Quizás sea la música. Tal vez las palabras. Puede que sea lo hipnótico de sus voces. En vivo son un ataque a los sentidos: rápidos, ruidosos, dulces, tímidos; únicos.

El embrujo de la banda llega a cierta clase de personas. No están interesados en agradar, ni en la simulación de ser otra cosa más que ellos mismos; no hay chance que Mujercitas Terror vaya a clean up their act.

Lejos del hype; enemigos de figurar por redes careteando ante los flashes instagramers; decididos desde el minuto cero a no venderse desde una pose frívola, Mujercitas Terror funciona como un singular universo dentro de la enormidad porteña.

La banda está integrada por Marcelo Moreyra (voz, guitarra), Daniela Zahra (voz, bajo) y Federico Losa (batería). Presentes en la escena musical desde 2001, el trío lleva publicados cuatro trabajos: “Mujercitas Terror” (2007), “Excavaciones” (2011) y “Fiesta Muda” (2015) y un EP “Nieblash” (2017).

La novedad que llega ahora es “Oscura sala de la visión” un quinto disco integrado por ocho canciones que añaden un nuevo capítulo a una historia única que lenta pero decididamente los va consagrando como una de las bandas más especiales del circuito bonaerense de los últimos veinte años.

El álbum fue registrado en los estudios NAK con Nicolás Kalwill (productor de CocoRosie) como responsable de la grabación, mezcla y mastering.

“Oscura sala de la visión” se trata de 26 minutos de una intensidad que no da respiro. Desde la velocidad trepidante arrecian líneas que definitorias: “aunque no tenemos edad/tendremos que ir a trabajar/como parásitos sobrevivientes” (La procesión); “No estoy loca, solo veo/la tragedia avanzar” (Muñeca muerta); “Somos mentalmente adolescentes vampiros/Pero nuestro cuerpo se pudrirá igual” (Fuera de moda). Son letras que podrían estar en un pin, una remera o una pintada por la calle simplemente con la firma de la banda debajo. Cada una sería suficiente para dejar bien claro de qué se trata Mujercitas Terror. Este quinto lanzamiento del trío tiene el poderío suficiente para decir que se trata de la quintaesencia fundamental de Mujercitas Terror. “Oscura sala de la visión” es una carta de presentación para el público neófito al mismo tiempo que satisface con creces lo esperado por el fandom de la primera hora. En el mundo de rock subterráneo es improbable que un mismo disco cautive de igual forma a nuevos oídos como al fan más avezado. Sin embargo, Mujercitas Terror tiene la virtud de romper probabilidades y hacer sus propias leyes en este baldío llamado planeta Tierra.

En un presente desdoblado por las tendencias, las ganas de encajar y la necesidad de insertarse ante cualquier precio, el trío tiene el deseo puesto en ser fiel a sí mismo. Las ocho canciones del nuevo disco son únicas puesto que nadie más podría generar la narrativa que Moreyra desarrolló en todos estos años de constancia desde el costado del camino. La poesía de las letras acusan soledad, desasosiego; la riqueza interior como sostén ante la tremenda distancia con el resto del mundo; la eventual toma de consciencia de que ser diferente no es un pesar sino un orgullo.

Hacia el final, la seguidilla de “Fuera de moda”, “Mi amigo se suicidó” y “Desmantelando el cuerpo”, es una apoteosis embriagadora de punk con coros posesos que harían aullar de placer a Lux Interior. La electricidad lo invade todo con un Moreyra que desliza grandes momentos de guitarras de chirriantes. A la par, la batería no cesa, procurando una marcha rockabilly funeraria que es el corazón de la banda.

Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la bajista Daniela Zahra responde las preguntas de Sonidos Ocultos sobre el reciente trabajo de la banda y la extensa ruta como banda autogestiva.

Sonidos Ocultos: “Oscura sala de la visión” prueba, una vez más, que no tienen interés alguno en agradar ni en ceder en lo artístico para integrarse. Esa decisión, consciente o inconsciente, es inmensamente liberadora.

Daniela Zahra: Yo creo que jamás pensamos en esa cuestión. Desde que empezamos Mujercitas Terror se nos presentó como un universo paralelo donde todo está permitido y no existe mucho ese jueguito de bueno-malo-feo-lindo. El capricho es ley y hay que dejar hablar a todas las voces.

SO: Para el nuevo disco volvieron a trabajar con Nicolás, ¿qué tipo de química desarrollaron con él?

DZ: Por intermedio de Andrés Cáceres conocimos a Nicolás. Andrés es nuestro gran amigo y la persona que siempre estuvo a nuestro lado muy metido en todo lo de la banda. Lo apodamos Batman porque siempre salvaba las situaciones. Andrés produjo nuestro disco anterior “Fiesta Muda” y también el disco solista de Marce con Envidia. Cuando se fue a vivir a Estados Unidos fue un gran quiebre para nosotros, quedamos muy solos. Como conexión estaba Nicolás que en el disco anterior hizo la mezcla y nos encantó, ya desde ese momento sabíamos que el próximo disco teníamos que grabarlo con él. Es una persona muy tranquila y segura y eso es lo que transmite, otra cosa muy importante es que tiene un humor muy especial y nos reíamos mucho juntos, algo fundamental para nosotros. Tenemos fama de ser complicados a la hora de grabar y recuerdo que en un momento Nico nos dijo: “es re simple grabarlos a ustedes, ¡están re ajustados!”

SO: ¿El proceso de grabación se simplifica con el paso del tiempo? ¿Se pueden evitar los malos momentos o frustraciones durante la grabación?

DZ: Sí, definitivamente. De los tres, yo soy la que más problemas tiene con grabar. Es el paso que menos me gusta y siento que en este último disco pude revertir un poco eso. En este disco todo salió perfecto. Marce y Fede son unos dioses para mí. Me acuerdo cuando Marce entró a grabar las guitarras y las voces, nosotros estábamos en la cabina viendo detrás de un vidrio, él entró y tocó de una, con tanta seguridad y a la vez tan en su mundo, tan mágico. Ya la primera toma era impecable. Ahí me di cuenta que este disco iba a salir buenísimo.

SO: Una de las principales virtudes de Mujercitas Terror es que son sobrevivientes. Saben adaptarse a lo que venga, potenciando y disfrutando casi cualquier situación. Fueron de ser la última banda de Cemento a encontrarse en una Buenos Aires en la que cerraban todos los espacios subterráneos. De ahí fueron a casas particulares o a organizar fiestas clandestinas o ciclos. A cada situación le encontraron algo estimulante. ¿Cómo fueron desarrollando ese disfrute por la oportunidad?

DZ: Siempre tuvimos muy claro que no íbamos a parar de tocar y casi siempre la adversidad es un gran motor y un desafío para nosotros, es parte de nuestra personalidad y de nuestra vida aun antes de formar la banda. Pero claro que sí llega un punto que pensás, “bueno basta”. En ese sentido creo que las giras que hicimos, aunque no fueran tantas, nos sirvieron mucho para descansar de eso conocer otros lugares, conocernos más a nosotros y entre nosotros. Cuando estás lejos de casa y se presentan adversidades, cosa que nos han pasado, el desafío es doble y superarlo nos dio un poder que nos hizo aún más fuertes como personas y como banda.

SO: Luego años de trabajo autogestivo, ¿cuál es la principal beneficio de ser independientes?

DZ: Creo que la libertad es el bien más preciado y depende mucho de nosotros intentar que toda esa libertad no sea un impedimento sino un beneficio. Creo que algo bueno de ser independiente es que es una práctica constante de intuición. Este es un camino que puede ser muy peligroso también, ya que hay mucha frustración y muchos NO. Lo importante para mí es saber eso y aceptarlo y no dejar que te afecte, acostumbrarse a eso y seguir

SO: Luego tantos años de actividad empezaron a surgir bandas que crecieron escuchando Mujercitas Terror. ¿Se sienten referentes?

DZ: Es raro pero nunca lo había pensado. Un día tocamos con Riel y yo estaba con una amiga viendo el show y ella me dijo “ésta banda tiene algo de ustedes, no sé cómo explicarlo”. Años después leí en una entrevista que Mora Riel (cantante y guitarrista) nos nombraba como sus primeras influencias y me emocionó mucho; primero porque no muchos tienen ese gesto de decirlo y me pareció hermoso, segundo porque es un gran halago.

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