Zona 84: 25 años de Punk Rock, Ruta y Resistencia Diy desde Argentinaespera un momento...
viernes 13 de marzo, 2020
Escrito por: Lucas Canalda
Grabando nuevo material y a punto de emprender una nueva gira por Alemania, la banda argentina Zona 84, reflexiona sobre 25 años de trabajo independiente, resistencia y formación punk rock.
Zona 84 es una banda oriunda de la provincia de Santa Fe, Argentina. Desde la ciudad de Rosario, vienen agitando el circuito de punk rock resistiendo y creciendo en un estadio que los ubica como referentes, banda insignia y motor dinámico que no afloja con el paso de los años. El tiempo, incluso, parece potenciarlos, permitiendo la posibilidad de potenciar experiencia, aprendizaje y simplificaciones técnicas en proyectos que, con paciencia, van concretando.
La banda está integrada por Guillermo Rodríguez, guitarrista y voz; Juan Rodríguez en voz; Belisario Gronda, en guitarra; Diego Emilio Chain, en bajo y coros y Tomás Lewis, en batería.
El sitio web oficial del grupo, que funciona como un headquarter principal para la comunidad del extranjero, propone una biografía que dice así: << Zona 84 es una banda nacida y basada en Rosario, desde 1993. Su música es Punk Rock clásico, influenciado por bandas como The Clash, Ramones, SLF y Cock Sparrer entre otras. Sus letras son tan importantes como su música y transmiten un mensaje sólido, con sensaciones fuertes que hacen repensar la manera en que vivimos. ZONA 84 no tiene manager ni ninguna empresa “mainstream” trabajando para ellos, y desde 2009 llevan adelante su propio sello: Despabila Records. La política de Control Total no es un slogan para ellos y han desarrollado su carrera en base al “Hazlo tu mismo”, demostrando que lo que dices y lo que haces debe ser coherente. Son una leyenda absoluta en su ciudad natal Rosario y han compartido escenarios con casi todas las bandas locales incluyendo a Los Violadores, Attaque 77, Argies y Fun People, así como con muchos de sus “héroes”: Buzzcocks, Social Distortion, NY Dolls, Die Toten Hosen, Pennywise, CJ Ramone, Jello Biafra y MCD >>
No tengo una estadística oficial de un relevamiento realizado por la Universidad de Massachusetts, pero apuesto que el 80% de las gacetillas o biografías oficiales están inyectadas de humo buscando inflar al artista en cuestión. Sin embargo, en el caso de Zona 84 sí se puede corroborar que esa bio apunta realidad. La banda se inventó a sí misma y bajo el lema de DIY llevó adelante logros que quizás nunca estuvieron en sus sueños más remotos de cuando eran unos púberes punks rosarinos, alentando a Rosario Central y leyendo ciencia ficción distópica o al historiador Osvaldo Bayer. De hecho, mostrando una coherencia a través de los años, en la entrevista que está por venir, Guillermo Rodríguez cita esas referencias manera natural, señal de un camino cimentado con un mensaje (y una postura) clara ante los aspectos más tenebrosos de la condición humana, esas historias que van y vuelven sin nunca extinguirse del todo.
Con constancia, sudor y deseo puestos en las canciones y el punk rock, la banda se convirtió en uno de los estandartes de trabajo independiente en la ciudad de Rosario.
Disco tras discos, año tras año, se forjaron una leyenda que los convirtió en referentes para las nuevas generaciones. Su música atravesó modas, gobiernos, y unas cuantas transformaciones de su ciudad, y su grito, hoy, está más presente que nunca.
Hoy vislumbran nuevas canciones y un disco en vivo celebrando 25 años de vida. Además, su sello Despabila Records, junto a su homólogo de Hamburgo, Pauli Punker, acaban de lanzar el compilado NO BORDERS, que incluye 52 bandas argentinas y alemanas en un CD doble.
Entre pandemias, timba financiera internacional y liderazgos políticos payasescos Zona 84 sigue adelante, alzando la voz.
El intercambio con Zona comienza, como corresponde, hablando de sus pagos: la ciudad de Rosario. El punto de partida es inobjetable. Se trata de la nueva ola de clausuras (otra más y van…), multas y controles agobiantes a bares y espacios culturales independientes que albergan parte considerable de la actividad musical rosarina. La banda, con más de dos décadas de actividad, casi que lo ha visto y experimentado todo. Por eso, sus observaciones respecto al tema son imprescindibles: “Para el Punk Rock es una crisis permanente. Sobre todo, para las bandas que recién arrancan. Junto con el Metal siempre fueron las Cenicientas de la música. En este momento no hay ninguna banda Punk “de moda” en el mundo y eso cierra más puertas todavía. Pero la verdad es que estamos acostumbrados a tenerla difícil. De cualquier manera, por supuesto que nos parece nefasto que cierren los lugares donde se genera cultura y adonde pueden ir los jóvenes a escuchar música e ideas que muchas veces tienen un impacto muy positivo en la vida de alguien. Lo gracioso es que después hay que escuchar cosas como “hay que sacar a los pibes de la calle” o “Rosario es una usina de bandas” de boca de los mismos que cierran los locales. Supongo que el Punk Rock no es un buen negocio ni una buena propaganda para bolicheros y políticos, así que no está en la agenda de unos ni otros”.
Antes de terminar, Rodríguez, remarca que la oscuridad no es completa y hay espacios que resisten. “Nobleza obliga: todavía algunos creen que vale la pena esta movida y apuestan a invitarnos a tocar. Por supuesto, les estamos muy agradecidos”.
En Latinoamérica se viven momentos turbios desde lo gubernamental e institucional. Tanto en Chile como en Bolivia, Brasil o Ecuador, han sido los artistas quienes salieron a dar voz a la resistencia de las calles y la gente. Las canciones de Zona 84 desde siempre plantean la resistencia y la lucha, de unirse ante amenazas que persisten.
¿Creen que el mensaje de sus canciones toma más energía con el paso del tiempo?
Lamentablemente, no hace ser muy inteligente para llegar a esta conclusión: unos pocos abusan de muchos. Y los artistas lo han puesto en música, palabras o imágenes. Basta leer 1984 (George Orwell), Un mundo feliz (Aldous Huxley) o a Osvaldo Bayer. Basta escuchar el tango “Cambalache”, o escuchar The Clash o La Polla Records. El problema es que la soga aprieta cada vez más y la gente ya no lo soporta. Cuando deja de ser una cuestión ideológica y pasa a ser una cuestión de supervivencia la cosa se pone brava.
Zona ya tiene un recorrido y una obra que se extiende más allá de su generación. ¿Cómo es el dialogo con los más jóvenes que se formaron escuchando a la banda y ahora son colegas?
Empezamos en 1993, en ese momento había muy pocas bandas tocando y desarrollando la escena Punk en Rosario, así que la mayoría de las bandas con las que coexistimos ahora son más jóvenes que nosotros. Tenemos muy buena relación con muchas de las bandas nuevas y con algunos somos amigos. Con nuestro sello Despabila Records hemos grabado y editado a varias de ellas.
En más de 25 años de trayectoria jamás le cobramos a ninguna banda para tocar, ni les hicimos vender entradas, no tenemos manager y somos 100 % autogestionados. Ese es nuestro legado para las generaciones futuras.
¿Cuáles son las principales enseñanzas de crecer, formarse y desarrollarse en la comunidad del punk rock?
El Punk Rock para nosotros fue la puerta de entrada a muchas culturas y filosofías con las que esta movida tiene afinidad (y es el motivo por el cual seguimos acá), como ser las ideas libertarias, antimilitarismo, antisexismo, antirracismo y fundamentalmente a desarrollar un pensamiento crítico ante lo establecido. Pero sin dudas lo que más aprendimos y llevamos a la práctica es el “Hazlo tú Mismo”.
En un mundo donde la tecnología acortó las distancias y los tiempos, ustedes siguen apostado a ambos frentes: el catálogo completo del grupo y el sello está online pero también siguen editando discos físicos y algunas tiradas limitadas para el coleccionista. ¿Cómo van armando el catálogo?
Nosotros tenemos más de 40 y crecimos escuchando discos y cassettes. Para mí es un ritual elegir lo que voy a escuchar, darlo vuelta, leer las letras, ver quien lo mezclo, analizar la lista de temas, quien compuso cada canción (e intentar adivinar que integrante hizo cada tema). Nada de eso es posible (o es muy difícil) con el formato digital. Además, y es fundamental, desde 2017 el sello de Hamburgo Pauli Punker está editando nuestra música. En Alemania existe aún mucha gente que compra discos, CDs y cassettes. Fuimos muy afortunados en recibir el apoyo de este sello y poder conocer la gran escena alemana y europea.
Teniendo tan buen feedback en el extranjero, alguna vez se pusieron a preguntar “¿qué hubiera pasado si nos íbamos a otro lado”?
La verdad es que lo hemos hablado muchas veces. Todos coincidimos que se hubiéramos girado por primera vez a los 20 años, estaríamos viviendo en otro lado, probablemente Alemania.
¿Cómo nace esa relación con Alemania?
Fuimos invitados como teloneros de Die Toten Hosen en 2016. Siempre que vienen los acompañan varios centenares de alemanes, por lo que armamos un show a los pocos días en el Salón Pueyrredón y volvimos a tocar para ellos. Pegamos muy buena onda con muchos de ellos y así conocimos a la gente que más tarde nos llevaría allá. Como toda buena amistad empezó tomando cerveza y no por email o mensajes de texto.
Las giras en el extranjero suponen una alegría y un logro tremendo. Hay reencuentro con viejos amigos, se hacen nuevas amistades, hay mucha música nueva por conocer y mucha cerveza por probar. Al mismo tiempo, hay que tratar de cuidarse porque no tienen 19 años y hay que mantener un estado para la ruta. Luego de sus experiencias, ¿cómo manejan eso?
Tal cual lo describís. Nosotros decimos que rejuvenecemos en la ruta. Pero la verdad que es duro, porque todos los días hay que cargar y descargar la combi, comer cuando se puede, probar sonido, etcétera. Pero después tomamos unas birras, miramos alrededor y nos sentimos muy felices de poder vivir esas aventuras. La primera vez que fuimos, empezamos la gira demasiado exaltados y a la semana estábamos afónicos, mal dormidos, engripados. Ya aprendimos qué hay que regular, ¡hay que correr los 90 minutos!
¿Luego de tantos años tocando, cómo conforma la lista de cada recital? ¿Se logra un equilibrio entre lo que quieren ustedes y lo que espera el público?
¡Supongo que sí! La lista de temas tiene algunos nuevos, algunos que hace mucho que no tocamos y algunos clásicos. Depende también de donde estemos tocando y de cuan largo es el show. Pero es cierto que hay canciones que son difíciles de dejar afuera porque estamos muy identificados con ellas.
¿Qué onda la gira que se viene el mes que viene? ¿Por dónde van a andar?
La gira nos va a llevar, como las veces anteriores, a prácticamente dar la vuelta a Alemania. Los fines de semana tenemos festivales en las grandes ciudades y los días de semana vamos arrimando al próximo concierto tocando en el camino. Son aproximadamente 20 shows en 20 días. Vamos a tocar en un festival en una isla del Mar del Norte llamada Helgoland, en el festival del puerto de Hamburgo (en el escenario del querido Sankt Pauli FC), en Berlín (Punk & Dissorderly Festival) y un largo etcétera. Además, en el último show (Münster) vamos a grabar un disco en vivo por los 25 años de la banda.
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