Steve Harris, El padre de la criatura
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Steve Harris, El padre de la criatura

Steve Harris, El padre de la criatura

lunes 26 de febrero, 2024

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Escrito por: Equipo SO

Steve Harris, el veterano fundador y bajista de Iron Maiden y British Lion, mantiene el vigor a tope, tanto que ya ha aclarado que seguirá en los comandos mientras pueda. Sin embargo, no cierra ninguna puerta con respecto al futuro.

Iron Maiden está de gira. Una vez más. Una de tantas. Esta vez la bautizaron como The Future Past World Tour, show que hace justicia con el disco “Somewhere in Time” de 1986 y del que algunas de sus canciones estaban sumergidas en los baúles del olvido acumulando polvo y telarañas. Por lo mismo, esta gira pretendería pagar esa deuda, si se quiere decir de alguna manera.

Tal como su banda madre, el bajista Steve Harris vive algo similar. Piloteando una nueva gira al mando del grupo, el, a estas alturas del partido, legendario músico se resiste al paso del tiempo para “morir con las botas puestas”, tal como reza el título de la canción que compone el disco  “Piece Of Mind” (1983).

Steve Harris ha comandado y liderado las riendas del grupo desde su génesis allá por finales de 1975. Cerebro creativo detrás de gran parte de los himnos más reconocidos del sexteto, Harris se ha mantenido en este nivel simplemente porque puede…y quiere. “La gente me pregunta cómo sigo haciendo lo que hago. La verdad es que ni siquiera pienso en eso. Llegará el momento en que ya no podré. Ni siquiera quiero considerar eso. Voy a hacer todo lo que pueda mientras pueda. Simplemente lo metes. Así que en la próxima gira de Maiden jugaré en mis días libres con British Lion y también jugaré fútbol una vez a la semana. A mi edad [Harris cumple 67 años en marzo] eso suena ridículo, pero si todavía puedo hacerlo, lo haré”, confesó sin tapujos a Classic Rock en marzo de 2023.

Navidad de 1975

Hijo de padre camionero y madre dueña de casa, Stephen Percy Harris nació un 12 de marzo de 1956 (¿o 1957?) en Londres. A diferencia de otros músicos, el decidirse por la música fue un camino que Harris tomó tarde. Pese a que en su casa se escuchaba música, su primera y temprana afición fue el fútbol, deporte que practica hasta hoy. “(…) Crecí escuchando todo tipo de cosas, supongo. Solía escuchar a The Beatles y The Who y cosas así. Solía vivir en casa de mis abuelos y mis tías siempre tocaban ese material, ya fuera The Doors o Simon and Garfunkel, una amplia variedad de música, pero todas con mucha melodía. Supongo que de ahí aprendí gran parte de ese sentido de la melodía. Luego comencé a meterme más en temas de rock y eso me llevó a Wishbone Ash y luego al progresivo”, relató en una entrevista publicada en la revista Prog Magazine número 60 (septiembre 2022).

Así, el bueno de Harris escuchaba música, pero tenía la mente puesta en ser jugador profesional, llegando a probarse en las inferiores del club londinense West Ham United, institución que ha apoyado toda su vida y que saca a relucir en cada show de Iron Maiden, exhibiendo el logo del equipo en su bajo. Por lo tanto, su cambio de ruta, su viraje hacia la música llegó más tarde. “Empecé bastante tarde, a los 17. Escuché Black Sabbath, Montrose, Wishbone Ash y quería aprender esas canciones. Probé la guitarra acústica durante unas seis semanas y me harté. Yo quería tocar el bajo de todos modos”, reveló a Metal Edge en julio de 1987, en plena gira del disco “Somewhere in Time”, mismo álbum que, vaya coincidencia, reivindican con su actual gira planetaria.

Hoy, 49 años después, Harris sigue al mando del timón de Iron Maiden. Todo comenzó en la época navideña de 1975, en específico el mismo día de Navidad. Qué Niño Jesús, que pesebre, que Melchor o Baltazar…Steve Harris trajo al mundo una criatura digna de aquella fecha y por la que, siendo bien hereje, podría valer para hacer una celebración navideña paralela. La criatura creció y creció hasta ser lo que conocemos en la actualidad. Junto al guitarrista Dave Murray, son los dos músicos que han dicho presente en todos los discos grabados por la banda. A saber, y solo para refrescar la memoria: “Iron Maiden” (1980), “Killers” (1981), “The Number of the Beast” (1982), “Piece of Mind” (1983), “Powerslave” (1984), “Somewhere in Time” (1986), “Seventh Son of a Seventh Son” (1988), “No Prayer for the Dying” (1990), “ Fear of the Dark” (1992), “The X Factor” (1995), “Virtual XI (1998), “Brave New World (2000), “Dance of Death (2003), “A Matter of Life and Death” (2006), “The Final Frontier” (2010), “The Book of Souls” (2015) y “Senjutsu” (2021). Y no olvide las grabaciones en vivo, compilaciones, lados B, etc. Las cifras certifican la influencia y grandeza de la criatura: las ventas de álbumes superan los 100 millones y casi 2.500 presentaciones en vivo en 64 países, recorrido que no se detiene.

Desde los comienzos, Steve Harris estuvo detrás de la música y letras de las canciones de la banda, además de trabajar en cada detalle, ya sea en el diseño de los discos, la puesta en escena, ediciones de videos, producción, en fin, todos los pormenores; todos relevantes a su juicio. “(sobre cuánto se involucra en el diseño del escenario) Bastante. Tenemos que. Si no nos funciona físicamente, empezamos a toparnos con cosas. Muchas de las ideas provienen de la portada del álbum, las letras y las canciones (…) La gente viene a verte y también a escucharte. La música es lo principal, pero para realzar la música es bueno tener un buen espectáculo. Todo lo que hacemos está relacionado con las canciones, no tenemos explosiones porque sí”, aclaraba ya en 1987 a Metal Edge. Esta declaración no solo viene a confirmar la influencia de Harris más allá de las canciones, sino que lo posiciona detrás de toda la maquinaria del grupo.

Es tanta la influencia de Steve Harris, que los discos de Iron Maiden se colorean según lo que esté viviendo el bajista. Es decir, las experiencias de Harris, sean estas positivas, alegres, decepcionante, tristes, negativas, estimulantes, etc. están plasmadas en el aura del sonido de cada álbum del sexteto. Ejemplos hay varios, pero hay dos que vienen bien para citar en este humilde escrito. El primero: Corría 1993 y Iron Maiden experimentaba cambios: su vocalista Bruce Dickinson decía adiós, la banda venía de terminar una extenuante gira mundial de promoción de “Fear of the Dark” (1992) y, en medio de todo ese bamboleo, Harris ponía fin a su matrimonio de 10 años con Lorraine Jury. Al poco tiempo, murió su padre. ¿No es cómo mucho? Todo esto redundó, era que no, en que el siguiente trabajo de la banda: “X Factor” de 1995 (con nuevo vocalista, el británico Blaze Bailey) tuviera canciones con un aire más oscuro y desolador. Este debe ser, sin dudas, el periodo más complejo para Harris en su carrera. Todo su trabajo estuvo a punto de irse por la borda y hundirse cual Titanic. El segundo: el amor de Harris por el rock progresivo reflejado en, por ejemplo, el álbum “The Book of Souls” (2015), ambiciosa mega obra doble de más de 90 minutos con pistas que no esconden las influencias progresivas de Harris. Bandas como Jethro Tull, King Crimson, Emerson, Lake & Palmer o Genesis están dentro de las favoritas del músico. “Todas las bandas fueron increíbles. Tenían una gran composición, una gran musicalidad, todo el fregadero de la cocina, ¿sabes? Simplemente me encantó. Las primeras cosas de Génesis solían ponerme la piel de gallina (…) Me enamoré de ese tipo de música. No podía creer que hubiera tanta buena música por ahí. Mirándolo ahora, siento que tuve mucha suerte de crecer en esa época en la que algunas de esas bandas tenían carta blanca para hacer lo que querían hacer (…) Si todos podían hacer lo que querían, yo haría lo mismo”, disparó a la revista Prog Magazine número 60 (2022).

El pequeño león

Pero no sólo de Iron Maiden vive el hombre, diría el refrán. Las inquietudes artísticas de Harris lo llevaron a formar otra banda: British Lion. Esta agrupación, que apunta en una dirección distinta a la de Iron Maiden, es donde Harris y compañía intentan explorar y desarrollar otras facetas. Hasta la fecha, British Lion ha editado dos discos de estudio –“British Lion (2012) y “The Burning” (2020)– y también han salido de gira, siempre que Harris no esté rodando con Maiden. “La gente piensa que estoy loco. Pero todavía me encanta tocar y me encantan los lugares pequeños donde puedes ver el blanco de sus ojos. Por ejemplo, con British Lion nunca antes había tocado en Carlisle o Huddersfield. No he tocado allí desde los primeros días con Maiden”, afirmó a Classic Rock (marzo 2023). A la revista Prog Magazine le entregó una definición aún más concisa y decidora del sonido del grupo: “British Lion pretende remontarse al viejo rock de los 70, el material más basado en canciones”.

Y esa es una de sus banderas de British Lion: tocar canciones rockeras en lugares pequeños. “(…) El concierto en Hornchurch fue genial. Tuvimos que meter con calzador [nuestra producción] allí. Nunca habían tenido nada parecido. Fue un gran concierto, el ambiente era increíble. Alguien dijo: «Oh, sólo sois una banda de pub». Pero eso no me importa. [En esos conciertos más pequeños] tal vez lo estemos”, manifestó a la misma publicación.

Vigente y en forma

De cara al futuro, Steve Harris no cierra ninguna, pero ninguna puerta. Según él, nunca se sabe lo que pueda pasar. Y cuánta razón tiene. Esa es una de las tantas gracias de la vida, el no saber que puede venir al año, mes, semana, día, hora o incluso minuto siguiente. Por lo mismo, Harris no es rotundo ni tajante sobre nuevos álbumes o giras. “Nunca lo sabemos hasta que empezamos un nuevo álbum, así que no lo descartaría. Quizás escuches una canción más corta… pero probablemente no de mi parte. Tiendo a desviarme. Pero parte de la dirección de “Senjutsu” (último disco editado por Iron Maiden en 2021) me hizo pensar: «Si este va a ser nuestro último álbum, entonces quiero usar algunas de las ideas más importantes que tengo», esgrimió a Classic Rock (2022). En la misma conversación fue un paso más allá: “(sobre si seguirán lanzando discos) ¿Quién lo sabe con seguridad? Por el momento queremos hacer tantas giras como podamos. Pero incluso si nos retiramos parcialmente [de tocar en vivo], aún podríamos hacer álbumes. No sé. Ya veremos. Siempre pensé que sería bueno hacer quince álbumes, que ya hemos superado. A partir de aquí todo va cuesta abajo, ¿no? [Risas.] Pero cada uno de nosotros todavía lo disfrutamos, posiblemente más que nunca, tal vez porque sabemos que nos acercamos al final. Intentamos no pensar demasiado en eso, pero mientras todos disfruten de lo que hacemos, seguiremos adelante tanto como podamos” (Classic Rock, 2022). El final de todo tampoco es algo descartado, no está demás decir.

Sin embargo y aunque suene cliché, y el protagonista de esta crónica tenga 67 años, se puede afirmar con propiedad que tiene cuerda para rato. Mientras Steve Harris siga latiendo, él seguirá girando, empujando y cuidando a sus dos creaciones: como el padre abnegado de esa criatura gigantesca y avasalladora llamada Iron Maiden o como el padre más conciliador con el “pequeño” British Lion. Ambos roles le calzan a la perfección. 

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