Nublados – Los Héroes Están Muertos (2019)
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Nublados – Los Héroes Están Muertos (2019)

Nublados – Los Héroes Están Muertos (2019)

viernes 09 de agosto, 2019

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Escrito por: Álvaro Molina

  • Nublados
  • Los Héroes Están Muertos
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En línea con el sonido indie pop que ha tomado la avanzada de la nueva música chilena independiente, el cuarteto Nublados estrenó en marzo “Noches”, el primer adelanto de ‘Los Héroes Están Muertos’, su EP debut donde exploran temáticamente los sentimientos de abandono, frustración y, sobre todo, una alta carga de desilusión frente a la incertidumbre del futuro. Sin embargo, toda esta carga sensible no la abarcan desde un prisma desenfrenado o descarnado. Al contrario, esta colección de cinco temas destacan musicalmente por su luminosidad en un sonido frondoso, idealista y transparente. En vez de rendirle culto a influencias del pasado, los santiaguinos optan por sumarse al pop de guitarras que ya tiene referentes actuales como Patio Solar, Niños del Cerro, El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco y Medio Hermano, caracterizándose por lograr algo enormemente vivaz, personificado en letras intuitivas y altamente cercanas. Según ellos, estas canciones tienen que ver con [la] “celebración de la cotidianidad llevada a la perspectiva de personas comunes y corrientes, teniendo como principal imaginario a la comuna de Maipú, incluyendo relatos personales y colectivos”. Son relatos que no quedan en el círculo conformista de lo mundano o banal. Más bien sirven como una canalización en la que Nicolás Durán (voz y guitarra) toca diferentes temas que definen el zeitgeist contemporáneo. Con una voz dulce y exultante, él aprovecha las tendencias a la autocompasión o autoindulgencia para exorcizar sus propios demonios modernos. 

Abriendo con “Alas en Vez de Brazos” y el marcado jangle de las guitarras junto a las melodías vocales de Mijaíl Cáceres (guitarra y voces) y Jimmy Espinoza (bajo y voces), Durán comienza disparando fluidamente actitudes de las que es imposible escapar a pesar del frenetismo actual: “Engañar/Aguantar/Arriesgar/Extrañar/Poder tener alas para no volver”. Es un concepto o sonido de escape que se retoma en “Contra el Sueño” y la – a veces – incomodidad de no poder concretar o expresar algo por sentirse paralizado, arrojado a lo paradójico de la incomunicación: “Me encontré luchando sin remedio/Sólo caigo en este largo sueño/Cuánto daría por estar despierto/No estoy muerto, sólo estoy durmiendo”. Hasta ahora hay una ambigüedad con la que Nublados trata sus composiciones; con líricas emotivamente confesionales y que rozan el pesimismo o lo existencial, su música nunca se vuelve ensimismada o inexpresiva. Al contrario, constantemente encuentra la forma para mostrarse despierta, compensando el alicaído panorama de las letras. 

El potente single “Noches” incluso logra tocar las teclas de una frustración generacional, algo así como una reinterpretación de lo que Los Prisioneros presagiaron hace 33 años con “El Baile de los que Sobran” y quedarse pateando piedras ilusorias: “Nacimos creyendo que nos respaldaba nuestra lucidez/Pensando que el día nunca acabaría/Crecimos en cambio pidiendo un espacio entre la estupidez/Sin imaginar que la noche llegaría”. Así, la propuesta de Nublados se vuelve estimulante y con un alto grado de perceptividad para exponer sentimientos compartidos con – probablemente – una generación que ha experimentado el abandono y visto cómo de a poco las “verdades absolutas”, las «grandes narrativas» y los referentes (institucionales o no) se han fracturado, quedando migajas de liderazgo e inspiración en una sociedad cuyo funcionamiento vive tiempos de peligro (algo parcialmente referido en la metáfora de “Lobos Sueltos”: “Escapa de los lobos sueltos/Porque estamos en aprietos/¿A quién le importaremos muertos?/Ni a las estrellas en el firmamento”). Obviando los clichés, logran dar en el clavo emocional de la frustración millenial. Y eso es algo bueno, porque de alguna manera comunican una interioridad que pocos o pocas comparten tan directamente (”No se puede ser valiente si el valor realmente no está”). 

Finalmente, llega la canción que le da el título al EP y es el momento más brioso en los 17 minutos que dura este lanzamiento. Incluyendo un ensamble de cuerdas a cargo de Camila Palma (violín, viola) y Matías Palma (cello), es el tema mejor consumado y con el que Nublados logra demostrar su capacidad armónica y compositiva, con un coro que logra resonar y que probablemente quedarás repitiendo en tu cabeza o cantándolo por varios días. Además, sus letras resumen sucintamente el espíritu que atraviesa por todo el EP: “Yo sólo quiero apagarme esta temporada/Colgando de una canción desesperada/No sé muy bien dónde se encuentran mis ganas/Voy a buscarlas hundiéndome en mi almohada”. ¿A quién no le ha pasado? 

Imposiblemente mejor titulado, ‘Los Héroes Están Muertos’ es un debut que da esperanzas pese a los encaprichamientos emocionales de sus canciones, las que afortunadamente evitan lo melodramático y más bien sirven como un escape y canalización para evitar el cataclismo de una neurosis. Al respecto, Carl Jung decía que la neurosis era una “tentativa de curación”, una oportunidad para luchar por la integralidad de la personalidad y, de paso, encontrar los valores que uno mismo carece. Independiente de las múltiples referencias al estado de somnolencia o desolación que surcan por ‘Los Héroes Están Muertos’, Nublados logra encontrar ese pequeño espacio de “curación” para mantenerse despiertos y navegar contra la corriente.

(Reseña en inglés)

Harboring the indie pop sound that has nonchalantly taken over the Chilean independent music scene, Santiago-based quartet Nublados premiered their first single “Noches” on March, the first glimpse to debut EP ‘Los Héroes Están Muertos’ (’The Heroes Are Dead’) in which they explore themes such as neglect, some daily frustrations and, above all, a high dose of delusion for an uncertain future. However, they don’t cover all this stuff through an unbridled or gritty prism. Rather, this collection of five songs musically foregrounds a sprightly sound with lush, airy and gauzy vibes. Instead of trying to worship past influences, these santiaguinos find comfort in Chile’s thriving guitar pop movement, with current referents like Patio Solar, Niños del Cerro, El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco and Medio Hermano, performing an elated sonic sprawl with insightful and relatable lyrics. According to the band, these songs deal with the “celebration of everyday life through the perspective of common people, having the comuna of Maipú as the main source of inspiration, including personal and collective narrations”. These narrations don’t dwell in the conformist realm of the mundane or futile. Alternatively, they yield that option and manage to channel Nicolas Duran’s (guitar, vocals) outlook of the contemporary zeitgeist. With a sweet and glimmering voice, he uses his own plaintive feelings of self-indulgence or self-pity to exorcise modern demons.

Opening with “Alas en Vez de Brazos” and its grainy, jangly guitars backed by the vocal harmonies of Mijaíl Cáceres (guitar) and Jimmy Espinoza (bass), Duran shoots and glides through, naming attitudes impossible to escape from amidst the current social whirlpool: “Engañar/Aguantar/Arriesgar/Extrañar/Poder tener alas para no volver”. It’s an escapist concept or sound picked up again on “Contra el Sueño” and the – sometimes – awkwardness of not being able to fulfill or express something because of the feeling of being paralyzed, thrown out to the paradox of lacking communication: “Me encontré luchando sin remedio/Sólo caigo en este largo sueño/Cuánto daría por estar despierto/No estoy muerto, sólo estoy durmiendo” (almost rephrasing The Beatles’ 1966 ode to laziness, “I’m Only Sleeping”). Hitherto, there’s an evident ambiguity on Nublados’ compositions; with poignantly confessional lyrics that skim pessimism and the existential, their music never becomes deadpanned or ruminative. Quite the opposite, it constantly finds its way to sustain its vim, compensating some of the overt desolations of the lyrics.

“Noche” is a powerful single that embraces a generational frustration, something like a reinterpretation of Los Prisioneros’ classic “El Baile de los que Sobran” and the depressive state of abandon: “Nacimos creyendo que nos respaldaba nuestra lucidez/Pensando que el día nunca acabaría/Crecimos en cambio pidiendo un espacio entre la estupidez/Sin imaginar que la noche llegaría”. In a way, Nublados’ songs carry a nourishing acumen and a highly perceptive way for exposing shared feelings with a – likely – neglected generation that has seen the fracture of “absolute truths” or “values” and the downfall of idols, leaving behind senseless scraps of leadership and inspiration in a society that is falling to pieces in dangerous times (expressed within “Lobos Sueltos” metaphor “Escapa de los lobos sueltos/Porque estamos en aprietos/¿A quién le importaremos muertos?/Ni a las estrellas en el firmamento”). They don’t fall to the sins of cliches or elaborated, pompous concepts. Rather, they nail it by appealing to the emotional millenial frustration. And that’s good, really, because somehow it engages to communicate an interior aspect of the contemporary psyche that only a few dare to expose (”No se puede ser valiente si el valor realmente no está”).

Finally, it’s time for the song that lends its name to this EP, and it truly is the most buoyant moment on this 17 minute debut opus. Adding a string ensemble under the care of Camila Palma (violin, viola) and Matías Palma (cello), it’s the most accomplished track due to the fact that it showcases Nublados’ harmonic and compositional ability Besides, its lyrics concisely summarize the spiritual ethos that weaves through the whole EP: “Yo sólo quiero apagarme esta temporada/Colgando de una canción desesperada/No sé muy bien dónde se encuentran mis ganas/Voy a buscarlas hundiéndome en mi almohada”. Been there, done that. Who hasn’t, anyway? With an impossibly more accurate title, ‘Los Héroes Están Muertos’ is a hopeful debut despite the emotional infatuation of its songs, which – fortunately – don’t become corny or melodramatic, they’re more likely an escape and channeling to avoid a cataclysmic neurosis. Carl Jung once said that neurosis was a “recovery tentative”, a chance to struggle for a personality integrity and, while you’re at it, find the lacking values. In spite of the countless references towards a musing state of mind full of reveries that meander through ‘Los Héroes Están Muertos’, Nublados manages to find that little haven for convalescence and maintain a bright, spirited attitude, ebbing against the tide.

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