Con sello propio #10 – Imperecedero Discosespera un momento...
miércoles 28 de abril, 2021
Escrito por: Álvaro Molina
Imperecedero Discos nació al alero de las actividades y tocatas “Impereceder” organizadas por la agrupación punk Manual de Combate. Desde 2016, este sello se ha destacado por llevar marcado a fuego el espíritu de las autoediciones y la distribución de hardcore y post punk latinoamericano y europeo. Durante el estallido social en Chile de 2019, lanzó el compilado de cuatro volúmenes ‘Aquí nos están matando’, un proyecto en beneficio a las víctimas de la represión y que agrupó a bandas de diferentes partes del mundo. Gaspar Muñoz, miembro de Manual de Combate y de la coordinación del sello, relata los orígenes de Imperecedero, aborda la importancia de la música en formato físico y explica cómo se va aprendiendo sobre la marcha a gestionar una casa discográfica independiente.
Corría la segunda mitad de la década pasada. En distintos puntos de Santiago se organizaban actividades bautizadas como “Impereceder”, en las que concurrían bandas de la escena punk y hardcore nacional, distribuidores de discos, editoriales independientes y creadores de fanzines. Estas instancias eran hervideros de energía al interior de una escena, en las que la contingencia política y social prendía la mecha.
“Muchas veces iban más allá de lo musical porque también tenía que ver con conversatorios y foros en torno a temas que sentíamos circunstanciales al contexto. Es una forma de funcionar”, cuenta Gaspar Muñoz, bajista y vocalista de la agrupación noise punk y free jazz Manual de Combate y parte de la organización Imperecedero Discos.
Fue a fines de 2015 y principios de 2016 que Gaspar y Mario Vallecillo – baterista de la misma banda – sumaron la autoedición de discos y material musical al trabajo que ya realizaban como “Impereceder”. Según Gaspar, “como siempre nos desenvolvimos en la escena punk y hardcore, esto de hacer el material y llevarlo a algo tangible sentíamos que era la forma en que había que hacer las cosas”.
Además de los lanzamientos de Manual de Combate, actualmente Imperecedero Discos también se dedica a la edición física de bandas nacionales e internacionales asociadas a la cultura DIY del punk, hardcore, post hardcore, emo y otras variantes más experimentales. “Ahora prácticamente estamos editando material tanto de Manual como de bandas de amigos o cosas que de cierta forma sentimos que nos interesan”, apunta Gaspar.
Del “rock radikal” y las caseteras
En el traspaso de la década de 1980 a 1990, la escena punk en Chile florecía. Las semillas plantadas por actos como Pinochet Boys y Ocho Bolas comenzaron a dar sus frutos en la era de la transición. Silencio Absoluto, Disturbio Menor, Fiskales Ad-Hok y Los Peores de Chile son solo algunas de las bandas que ayudaron a conformar una cultura alrededor del punk que iba más allá de la música.
“Recuerdo estar en el colegio y era un clásico compartir y pasarse los casetes regrabados”, relata Gaspar. “Más o menos nos ubicábamos. Veíamos a alguien y nos decíamos ‘este chico escucha punk, podríamos conversar de eso e intercambiar música’. Fue la etapa más romántica”.
Entre los sellos nacionales influyentes de la época y que Gaspar recuerda como esenciales están Masapunk y la discográfica Alerce. Este último, además de dar a conocer a las primeras bandas chilenas, también se encargó de la distribución de gran parte del punk ibérico y “rock radikal” vasco. Los catálogos de agrupaciones como Kortatu, Negu Gorriak, Eskorbuto y los legendarios La Polla Records llegaron repentinamente a las disquerías nacionales.
El 2003, la banda de hardcore y anarco punk española Sin Dios visitó Chile «en el marco de las movilizaciones por la libertad de los presos políticos del colectivo Kamina Libre«. La tarde del 25 de octubre, la agrupación se presentó en el centro de eventos Laberinto, en Vicuña Mackenna, ante un público enardecido, pero la fecha fue interrumpida por la represión policial.
“La visita de Sin Dios fue un hito por todo lo que conglomeró y marcó. En la primera fecha en Laberinto toda la gente estaba alucinadísima, pero llegaron los pacos como al séptimo u octavo tema y se tuvo que suspender todo”, recuerda Gaspar, quien por esos años comenzó a tocar en su propia banda. “Luego se armó todo improvisado, una tocata en una okupa que al día siguiente desalojaron. Fue una cosa muy rápida y difícil de entender. Sin embargo, seguimos tocando música en esa línea”.
Por una política nocturna
“Esta vida que no es nuestra se viene abajo / y nosotros seguimos estando en desencuentro / Seguimos creando en ella nuestro lugar”, es parte de la letra de Deus Ex Machina (2018) una de las composiciones más feroces de Manual de Combate y que encapsula gran parte de su imaginario social y musical. Es una épica de 16 minutos, marcada por la diatriba lírica y el furor instrumental, fiel al estilo noise punk y hardcore que la banda ha cultivado desde sus orígenes.
El 2017, Manual de Combate contaba con la autoedición de los EP Asociación por el retraso del tiempo y Por una política nocturna. Ese mismo año, el entonces dúo de Gaspar Muñoz (bajo) y Mario Vallecillo (batería) emprendió una gira por Europa. “Cuando estuvimos allá conocimos a las chicas de Mendra (Barcelona) y propusimos hacer un split single que salió editado por Imperecedero. También salió lo de Siwomat, unos amigos que conocimos en Berlín”, señala Gaspar.
El catálogo de ediciones de Imperecedero fue creciendo a medida que Manual de Combate entabló relaciones colaborativas con bandas afines. Llegaron a lanzar ediciones latinoamericanas en casete de otras agrupaciones ibéricas como Arrotzak (San Sebastián) y KLS (Benicarló).
Para Gaspar, la “ética de trabajo” en Imperecedero implica estrechar lazos directos con las bandas que se editan en el sello. “Siempre ha sido involucrarse de forma directa. Ni siquiera compartir costos, pero tratar de estrechar la relación en el sentido de que sea lo más justo posible con respecto a los costos de edición, que las bandas tenga acceso a sus copias y motivado más que nada por el hecho de distribuir material”, explica.
La escena nacional también se hace presente en la parrilla del sello. Imperecedero editará los casetes Fantasmas de Puerto Príncipe de Esconder Micara y Afilando el Humor, de los icónicos Pato Patín. “Quizás en algún minuto alguna mente más ‘ilusionada’ puede decir que le va a dar el palo al gato y vender un montón de copias y así tener un beneficio económico.”, indica Gaspar. “Sin embargo, mucha de la gente involucrada en esto sabe que no es así. Generalmente se hace por una postura y una cosa más romántica, por el hecho de ver el arte físico o la distribución del disco de tu amigo o compañero”.
Mapas auténticos del mundo imaginario
El aura colaborativa y DIY que rodea a Imperecedero Discos viene, según Gaspar, desde que realizaban las actividades en paralelo al trabajo con Manual de Combate. La “chapa hacia afuera” de la banda, como la define él mismo. En esas instancias, se formó un círculo cercano de agentes y grupos que se involucraron en una ética y postura similar de trabajo autogestionado.
“Autogestión en el sentido musical, desde mover un instrumento hasta más o menos cobrar una entrada que pareciera ser ‘justa’. Todas esas cosas las pones en la balanza y te das cuenta de que hay un montón de gente haciendo lo mismo y dices ‘podríamos hacer más cosas juntos’”, explica.
En octubre de 2019, en el marco del estallido social de Chile y la violenta represión policial que se desató en las calles, Imperecedero Discos editó el compilado cuádruple Aquí nos están matando. Son cuatro extensos volúmenes que en total suman más de cinco horas de duración. En ellos se encuentran bandas chilenas, argentinas, colombianas, brasileñas, estadounidenses, españolas, y un largo etcétera de nacionalidades.
“El compilado nació de la necesidad urgente de apoyo. Convocamos a un montón de bandas involucradas en esto, no solo de Chile, sino que también las que estaban afuera y tenían la visión puesta en todo lo que estaba pasando en Sudamérica”, relata Gaspar.
Aquí nos están matando fue lanzado a través de la plataforma Bandcamp y los aportes monetarios fueron en beneficio a las víctimas – directas e indirectas – de la violencia estatal.
“Creo que fue efectivo. Era la forma que teníamos a la mano como banda para la necesidad que nació. A mi juicio creo que fue efectivo. Lo que se recaudó se entregó, sirvió, y quedamos satisfechos con haber podido materializarlo”.
Hoy en día, Imperecedero continúa sumando lanzamientos físicos a su catálogo. Uno de los más recientes es la edición en vinilo de Mapas Auténticos del Mundo Imaginario, Mapas Imaginarios del Mundo Real, el último álbum de Manual de Combate. Con alrededor de cinco años de existencia, el sello continuará apostando por el material físico.
“Como sello todas las herramientas son válidas. Hay distribución digital que es súper útil. Pero creo que para cada sello es ideal llevar a algo tangible lo que tú piensas. Nadie te enseña a hacerlo. En el camino vas aprendiendo”, opina Gaspar. Y complementa: “Al menos dentro de lo que me ha tocado vivir o ver dentro de la misma escena, siempre hay alguna posibilidad de preguntar la experiencia de alguien o estrechar lazos con algún amigo”.
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